Soy de los que conservan objetos que los vulgares no aprecian y venden a precio vil.
Las cuestiones familiares deben heredarse, desde las buenas costumbres y tradiciones hasta aquellas antigüedades que han estado en el núcleo familiar durante varias generaciones.
Tal es así, en mi caso, que continuo utilizando un viejo pero muy bien conservado reloj pulsera masónico de muy buena marca, que heredará luego mi hermano menor y él a su vez se lo pasará a sus hijos o sobrinos.
Que un reloj sea a cuerda, significa que no contamina el ambiente, no hay pilas que descartar. Mi reloj despertador, un Junghans bien moderno pero de aspecto antiguo, también es a cuerda y el reloj de pie del living con su péndulo, es igualmente a cuerda (me fascinaron y me siguen fascinando sus campanadas).
Mi segundo aporte a la ecología es mi lapicera fuente Mont Blanc de tinta recargable. Posee un precioso tanquecito de cristal a donde sube la tinta al recargarse y baja en tanto uno va escribiendo, por lo que no gasto en cartuchos plásticos ni utilizo biromes que son tan anti-ecológicas en todas sus partes. Adoro este regalo maravilloso de mi padre.
Mi tercer aporte a la ecología es el uso de un power bank solar para recargar mi celular; cuando me estoy quedando sin carga, enchufo mi celular al power bank y para que no se descargue mientras carga el celular, lo acerco a la ventana y simultáneamente se va cargando en tanto se descarga.
Mi cuarto aporte a la ecología es haber plantado el año pasado con mi sobrina, Selene, sauces llorones, hayas y fresnos de flor en el British River Club; este año pude ir solo dos veces por el tema de la cuarentena y el aislamiento social preventivo y obligatorio. Los árboles están ya enormes y dan una sombra magnífica.
Mi quinto aporte a la ecología es las compras: llevo mis bolsitas de tela a todos los lugares donde suelo comprar y a esto lo complemento tratando de comprar en envases de vidrio. Me encargo particularmente de ciertas compras: las mermeladas de frutillas, frambuesas y frutos rojos son las que más gustan aquí, las mieles de azahar, acacia y pradera me encantan, la nutella y el sirope de maple son pasión en nuestra micronación. El Marmite es un tema porque conseguirlo cuesta bastante por lo que hice un encargo bien grande para que tengamos durante un buen tiempo.
Mi sexto aporte es el jabón tocador: todos los jabones poseen soda cáustica, menos los de glicerina y los de coco. El jabón vegetal de coco de La Pasionaria es excelente, además ni tan siquiera el envoltorio es plástico, viene en cajitas de cartón y papel que son una delicadeza.
Podría agregar muchas otras actividades que tienen sintonía con la ecología y con el cuidado del planeta, pero por hoy ya es suficiente, no deseo aburrir a nadie con mi relato, prefiero continuar en otro momento.
Fraternalmente,
William Eric Fox Talbot
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