martes, 20 de octubre de 2020

8. Campaña ReReRe

Hay cosas de plástico que no me gustan nada, por ejemplo, los muebles, las lámparas, la vajilla, como los platos, vasos y tazas, todas esas cosas son horribles, incluso para los niños que son pequeños y están aprendiendo a comer solos, porque es mejor que aprendan a comer bien, en un plato de verdad, así no se sienten que los discriminan. 

Tampoco me gustan los comederos y bebederos de plástico para gatos o perros u otros animales que tiene la gente en su casa, por ejemplo, los cuises o conejos. 

En mi dormitorio no tengo muebles de plástico porque son contaminantes y se rompen. Los banquitos blancos o negros de plástico son muy feos, siempre están sucios (la gente que los tiene no los limpia) y tienen un agujero en el medio que queda muy mal. En mi escuela esos banquitos y las sillas plásticas apilables están prohibidos porque una vez, un chico se cayó porque se había parado sobre la silla y se lastimó. Así que en los SUM, patios, salones y salas hay sillas de madera y en el salón de actos hay sillones con felpa azul. 

Wolfi Fox Talbot

sábado, 17 de octubre de 2020

7. Campaña ReReRe contra el plástico


Las mujeres leonlandesas no somos de utilizar bijouterie plástica, ni tan siquiera para una hebilla para el cabello. En el mercado, por sobre todo en las ferias artesanales, que ahora con la pandemia del COVID-19 se han reducido a escasos días al mes, podemos comprar muy bonitos artículos de metales como plata, cobre, bronce o alpaca. las hebillas de madera son toda una exquisitez, con calados e imitaciones de filigrana que dan gusto portarlas. 

El nácar es un material fascinante. En muchas de nuestras prendas, la modista utiliza antiguos botones que guardo en una caja de madera que era de mi bisabuela; por lo tanto estoy hablando de una delicadeza del siglo XIX que ha ido pasando de generación en generación. A mí me encanta que la modista venga a casa, traiga muestras de telas y patrones de vestidos que son un primor y no están en las tiendas. Es una forma de sostener un trabajo que es un verdadero arte, porque el uso de puntillas o encajes, que en algún momento estuvo tan de moda, aquí lo sigue estando. Adoro los bordados y mis camisas de lino o bambula, todas, tienen un distintivo de pequeños detalles de flores, zarcillos o diminutos frutos del bosque. 

La herencia de muebles es importantísima, sean ya pequeñas piezas como mesitas para floreros, banquitos y silloncitos para los niños, hasta los grandes juegos de comedor y dormitorio, allí, no hay plástico. Hay madera que es honrada durante generaciones, mármoles con excelentes pulidos y acabados y todos los herrajes de cerrojos y picaportes de metal bruñido.

Como todos saben, soy poetiza, he escrito para numerosas antologías regionales y extranjeras; amo mi trabajo y más ahora que tengo la posibilidad de seguir editando en la web, sea en concursos o para editoriales que así lo solicitan. Esta modalidad, que realmente me sorprendió, me es sumamente grata, pues la obra literaria se hace masiva de una manera impensada y llega hasta los rincones más remotos del mundo; además, lo más importante de todo es que no se utiliza papel, ahorramos en árboles que los seguimos manteniendo vivos. 

Debemos concientizarnos en tratar de reducir al máximo el uso de plásticos, por nuestro bien y el bien del planeta entero.

Alice Amanda de Cappella




jueves, 15 de octubre de 2020

6. Campaña ReReRe

Hay tamaña cantidad de elementos de plástico que podrían ser de otros materiales, por ejemplo, todo lo que es medicación viene en blisters plásticos; antaño venía en frasquitos de vidrio marrón. Si alguien es cuidadoso con su medicación, preparará todas las noches lo que debe tomar al día siguiente, para esto existen cajas con divisiones por día de la semana y momentos del día, por lo que no necesita que el blíster del medicamento le diga cuándo tomarlo o si lo tomó o no. 

Los medicamentos que son líquidos, como los jarabes o determinadas cremas que son semilíquidas, bien pueden ser comercializadas en envases de vidrio irrompible como el famoso Pirex. 

La vajilla, incluida la de niños muy pequeños no necesariamente debe ser plástica; recuerdo unas cucharas de acero inoxidable que tenían estampado un osito y eran ideales para darles a los bebés sus papillas y purés. 

Siguiendo el tema de niños pequeños y bebés, hay gran cantidad de juguetes que son altamente tóxicos por los componentes que se utilizan en pinturas y en el mismo plástico. El A.N.M.A.T. (que el gobierno macrista quiso desmantelar para que se pudiera importar libremente gran cantidad de basura) incautó miles de veces juguetes con partículas de plomo, arsénico y cadmio.

Véase: https://www.telam.com.ar/notas/201907/374901-secuestro-juguetes-toxicos-ciudad-buenos-aires.html

Muchos compran, por ejemplo, plantas y flores de plástico, ¡un horror! ¿Cuál es el objetivo de tener una casa llena de flores plásticas, cuando las naturales, en una maceta, son mucho más bonitas, alegran el hogar y además, lo perfuman? Recuerdo que en muchas casas había una frutera sobre la mesa del comedor y tenía frutas plásticas, ¡qué espanto! ¿No es más agradable tener frutas verdaderas y sabrosas, sanas y nutritivas, y que si alguien de la casa pasa por el comedor y se tienta, coma una de esas frutas que invitan a ser saboreadas? 

¡Y ni hablar de los llaveros de los que cuelgan muñequitos plásticos! ¡Qué gran grosería! No hay nada más bonito que un llavero con el engarce de una piedra semipreciosa, como ser una amatista, un citrino, jade, topacio, ópalo, etc. 

También el plástico es descortés: cómo puede ser que en un almuerzo aparezca el salero plástico sobre la mesa, para empeorar, generalmente pegajoso por lo sucio que está, un verdadero asco, encima se completa el mal gusto, con estridentes ensaladeras de colores radioactivos, tan espantosas como antihigiénicas porque suelen tener calados en el plástico que emulan figurillas donde se asienta una capa de aceite que va dejando con el paso del tiempo gotas de tamaño considerable que de tanto estar allí, se han convertido en semi-alienígenas capaces de morder dedos. Hay maravillosas ensaladeras de vidrio, sobrias, de todos los tamaños y por sobre todo: PULCRAS. 

Los cubiertos y utensilios con mangos plásticos, son una invitación a levantarse de la mesa e irse. Por lo común, tienen sarro en la unión entre el metal y el plástico o están chamuscados en algún lugar o  tienen enorme cantidad de grietas pequeñas y rayaduras que al pasar el tiempo se han convertido en líneas visiblemente negras que han de ser autopistas para microbios, bacterias y virus que ningún limpiador elimina...  A muchas personas les desagradan los cubiertos de alpaca porque sostienen que tienen sabor metálico, sin embargo, si el cubierto de alpaca está bien limpio, jamás tendrá sabor desagradable. 

Mi último comentario es contra las gaseosas; no hay bebida más vulgar que cualquier cosa con sabores que distan kilómetros de una verdadera naranja, pomelo, limón, manzana o pera. Las gaseosas son cócteles nocivos y sus envases son totalmente anti-ecológicos. Me encanta preparar naranjadas, limonadas o aguas saborizadas, donde el azúcar blanco está totalmente ausente y sí la stevia o el azúcar mascabo.  la salud entre nosotros es la gran premisa y si la salud del planeta escasea, la nuestra corre riesgo de desaparecer y convertirnos en enfermos permanentes. 

Felicitas T. Cappella




viernes, 9 de octubre de 2020

Tips a tener en cuenta

 ¿Qué hacer después de la quema intencional de pastizales para que los animales y plantas sobrevivientes puedan continuar viviendo y mejorar su calidad de vida?