Por Alejandro C. Tarruella
La represa es la joya de un entramado corrupto que
puede bien explicar la consolidación del régimen que gobierna el país. Fue
precisamente Mauricio Macri con sus empresas, sus pases y reacomodamientos, uno
de los principales beneficiarios del “monumento a la corrupción”.
En las últimas días circularon en
las redes informaciones que daban cuenta de un alerta por presuntos problemas
que se estarían registrando en la represa binacional de Yacyretá, frente
a la ciudad de Ituzaingó, provincia de Corrientes. Sostienen, basados en
aportes de un ingeniero especializado, existen temores ante las lluvias del sur
del Brasil y el noroeste argentino y “de acuerdo a las estimaciones más
optimistas y, en el caso más pesimista, estará en el nivel de evacuación, a
raíz de las intensas precipitaciones en las cuencas de aporte del río”. A
partir de esas premisas, aventuran un dramático escenario que afectaría a las
principales ciudades del litoral argentino e incluso a la capital Caba que es
parte de la Cuenca del Plata.
Quién expresó los temores, que repiten otras evaluaciones realizadas en años
recientes, fue el ingeniero ambientalista Roberto Ríos, nacido en Misiones,
quien adelantó ante “Misiones 4”
y “El Sol” de Concordia, que existen desprendimientos en el muro de contención
de Yacyretá y “están empezando a aparecer deslizamientos y fisuras en todos
lados”. Ríos calificó de “infantil” el argumento que alude a las intensas
lluvias como razón del desmoronamiento. Y asevera que los funcionarios
responsables escogerían que se rompa la represa en lugar investigar lo que
sucede.En tanto, los responsables de la Entidad Binacional de Yacyretá,
repetían sin dar mayores detalles que son las intensas lluvias las que afectan
a la represa.
Aducen los críticos como Ríos que por carencia de mantenimiento cedieron parcialmente
sus defensas y dos turbinas están paradas, el resto lo hace al 75% de su
capacidad. Ahí se establece que de quebrarse la represa, una hipótesis de
máxima la masa de agua arrasaría en apenas unos minutos con las ciudades de
Resistencia y Corrientes, Santa Fe y Paraná como las ciudades que se hallan a
en las orillas del río y en la desembocadura del Plata, la CABA,y al delta. En
la Entidad Binacional de Yacyretá, insisten en hablar de intensas lluvias y
tranquilizan respecto de las afirmaciones críticas.
El ingeniero Roberto Ríos, fue denunciado por el ex titular de EBY, Oscar
Thomas años atrás, a raíz de la difusión de un video institucional de
Yacyretá sobre el vertedero de la represa, filmado por buzos
especializados. En agosto de 2018, Thomas pasó a ser un prófugo de la justicia
por sus manejos en la empresa y Macri nombró a Martin Goerling Lara, director
ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY),en reemplazo de Humberto
Schiavoni, que accedía a una senaduría por Misiones.
Ríos alertó ahora que “Si se rompiera sería la peor catástrofe de la
Argentina”, y calificó a las represas como “máquinas de robar”. Adujo que por
eso, no se apelaa energías alternativas, tal el caso de la eólica o la
correspondientes a turbinas hidrocinéticas.“Por el informe del desgaste,
sabíamos que en algún momento iba a suceder. Acá hubo un abuso”, remarcó Ríos y
afirmó que la Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico)
“había reconocido que dos máquinas están inutilizadas y varias otras turbinas
están dañadas.
Y las que quedaron funcionando
están al 75%. Lo que buscaron es, con las máquinas que les quedan, utilizarlas
a un régimen mayor, elevando la cota de agua en forma arbitraria y sometiendo a
una represa pésimamente construida a un esfuerzo mayor”. Ríos acreditó que “La
idea es generar toda la energía posible forzando la represa al máximo, porque
es un año electoral y no pueden dejar sin luz al Conurbano bonaerense, que es
el lugar donde tienen (por los gobernantes) más votos”. Indicó que el noroeste
de Brasil se rompió una represa en 2009 y en días previos “había sospechas de
que iba a romperse y 15 días antes evacuaron a la población. Una semana antes
permitieron que volvieran a sus casas. Los mandaron a la muerte y ni el gobernador
(ni ningún funcionario fue removido) y por supuesto le culparon a las lluvias”,
subrayando que se trata del mismo argumento que utiliza el titular actual de
Yacyretá.
Oscar Thomas, fue cuestionado por el Paraguay en marzo de 2015, al quedar fuera
de servicio cuatro turbinas mientras que las restantes 16 generaban energía al
80% de sus posibilidades. Se argumentó entonces presunta falta de mantenimiento
y sobreexigencia a los equipamientos. Ríos ya había señalado desmanejos de la
entidad en ese año en los contratos. “En 2011, Thomas había firmado un contrato
de mantenimiento de las 20 turbinas, por 100 millones de dólares. Y en 2012,
‘reformularon’ ese contrato, y lo llevaron a 218 millones de dólares. No hay
motivos por los que no se hayan cumplido esos contratos firmados”, analizó en
la ocasión.
El sismo en Ituzaingó
El ambientalista Ríos, había dicho a la prensa años antes, que Yacyreta
sufría riesgos sísmicos. Analizando la información, se pudo establecer que
el Instituto Nacional de Prevención Sísmica de Argentina (INPRES) confirmó que
el jueves 12 de noviembre de 2009,
a las 14:50, se registró un sismo de 3,5 grados en la
escala de Richter con epicentro en la localidad correntina de Ituzaingó, donde
está emplazada la central hidroeléctrica Yacyretá. Se estableció que el
movimiento de suelo en ese caso, no fue destructivo.
Investigadores sostuvieron en
esos días que el sismo se registró a veinte kilómetros al norte de Ituzaingó y
que al ser zona geológica cero en el ámbito del Macizo de Brasilia se registran
los fenómenos posiblemente porque el río Paraná corre por una fractura
geológica y bajo la cual hay fallas geológicas. Las áreas de arenas arcillosas
donde se instalan represas sufren reacomodamientos de las placas tectónicas en
su estructura, ya que la corteza terrestre sufre el peso del agua embalsada.
Y puesto que el área es
precámbrica, esos episodios no son frecuentes. A su vez, especialistas del
Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) de San Juan, que dirigía el
ingeniero Alejandro Giuliani,expresaron en aquellos días que, analizando un
informe de la Entidad Binacional Yacyretá, pudieron constatar que aquel sismo
no fue producto de la acción de la represa. Esta información circuló en medios
locales, como el blog de “El espacio de la geografía”, del Instituto de
Formación Docente “Prof. Agustín Gómez”, que dirige la profesora Amalia
Cáceres. Lo curioso es que esa información no se replicó convenientemente en
Buenos Aires. El INPRES registró varios sismos en el noroeste argentino y la
Mesopotamia, en los años 1888,1929,1948,1968 y 1970. En todos los casos se
trataron de sismos de baja intensidad porque se trata de la zona de menor
riesgo sísmico del país aunque no ostenta la categoría de riesgo cero.
En dicha represa funciona uno
acelerógrafo y hay más de 140 en el país. El aparato instalado en Yacyretá
registró aquel sismo y lo reenvió al INPRES de la provincia de San Juan. Hay
que recordar que el sismo de 1948, registró un 5,0 en la escala de Ritcher
según ese organismo. Y en este caso, hay que considerar que de acuerdo a
informes de simulación sísmica que se realizaron antes de iniciar la obra del
embalse, este resistiría un sismo del orden de 4,5 grados en la escala de
Ritcher. Es decir que el registrado en 1948 está por encima de esa previsión.
Estos son datos que aportó en aquellos días, el geólogo Carlos Seara y que
publicó en la página web del Equipo Federal del Trabajo con base en la CABA.
Ríos y la ruptura que
se viene
Ríos reiteró ante “El Sol”, de Concordia, que la“ruptura es un anticipo de lo
que se viene, que es una ruptura total o parcial”. Informó que la empresa
binacional tuvo que abrir el vertedero para aliviar una rotura, “pero el vertedero
es precisamente la zona de mayor (presión) La mayoría de las represas se rompen
por el vertedero”. Y remarcó la posible existencia de negocios nada claros en
la administración del coloso: “Les conviene que se rompa antes que bajar la
cota, vaciar la represa e investigar. Muchas veces los llamamos criminales,
esto se manejó con mucha irresponsabilidad”, y exigió “un poquito de cordura,
que alivien todo lo posible la represa y dejarla de usar en un régimen que es
peligrosísimo. Queremos que se desmantele”. Lo cierto es que no hay información
pública amplia de estos sucesos.
Según el ingeniero, en todo el mundo se han desmantelado 530 represas dada su
peligrosidad. “El país genera 23 mil megavatios y consume 22.500 megas. Pero si
empezaran Garabí hoy, asunto que está muy verde, un tema que está muy verde
porque no tienen plata ni la aprobación del Banco Mundial, la terminan en 20
años y no solucionan ningún problema energético (actual)”, estableció y sostuvo
que en la actualidad, las represas como megaemprendimientos se realizan para
amparar negocios privados. “Para que la represa les rinda, tiene que durar 30
años, como hicieron con Yacyretá. La represa es una máquina de robar, toda la
obra pública es una máquina de robar, esto es así en aquí, en Suiza y en EEUU.
No hay represa en el mundo que no tenga un historial terrible de corrupción”,
estimó.
Ríos propone el uso de “energías alternativas”. “Con las Turbinas
Hidrocinéticas, que van debajo del río, son inocuas para el ambiente y son más
baratas. Pero con eso no se puede robar, no hay obras conexas, no se pueden
hacer contratos que después se sobrefacturan. Por eso no les interesa a nadie,
porque no se puede hacer negocios. Uruguaí iba a costar 82 millones y terminó
costando 400 millones”, reseñó. Yacyretá es la represa más grande de América y
bueno preguntarse porque en los Estados Unidos o en Canadá no existen megaemprendimientos
de estas dimensiones de esta envergadura.
Yacyretá empresa
niega
En mayo de 2018, la empresa binacional Yacyretá, negó acusaciones sobre la obra
que inauguraron en la década de 1990, los presidentes Carlos Menem, de
Argentina, y Juan Carlos Wasmosy, del Paraguay. En esa ocasión, al ser
preguntado sobre el riesgo de destrucción de la represa, Víctor Bronstein,
director del Centro de Estudios de Energía Política y Sociedad, expresó a un
medio de comunicación, que debido a que Yacyretá es la represa más grande del
país, tendría consecuencias medioambientales que no habían verificado hasta
entonces. Y sostuvo que “La represa regula el caudal del río Paraná. Depende de
qué tipo de destrucción se trate, generaría un problema medioambiental muy
grave en la región, ya que el agua del embalse inundaría los pueblos cercanos”.
Ya en 2012, la empresa Binacional Yacyretá rechazó que existieses condiciones
para un colapso y emprendió acciones legales contra la denuncia de la Unión de
Ambientalistas de Corrientes (Unamco) que había hecho referencias que creaban
“zozobra e incertidumbre en la población”. Luego, el juez federal de Corrientes
Carlos Soto Dávila estableció que “no existen fisuras en la represa de
Yacyretá, y mucho menos riesgo de rotura alguna e inundación para las ciudades
que se ubican aguas abajo”.Entre los ambientalistas existen dudas sobre el
proceder de la justicia, cercana a los resortes del poder.
La complejidad del problema reside en que “el monumento a la corrupción”, como
se llamó a Yacyretá es un ámbito de intereses entrecruzados de tal magnitud,
que es posible que no se llegue a un punto de veracidad que permita saber al nivel
de riesgos al que son sometidos miles de habitantes de las zonas de interés
donde actúa la represa. Y es tal la situación, que puede ocurrir que unos y
otros contendientes pueden ser parte de la trama de intereses. Y eso sucede por
una razón elemental: la ausencia del Estado, la inacción de los parlamentarios
que deberían actuar desde las comisiones responsables para dar tranquilidad a
la población. Los riesgos en tanto, son creíbles por el nivel de desatención
del Estado y los negocios feroces que concentra el megaemprendimiento, y
además, se debe reconocer que el desgaste de la represa en el tiempo, al no
existir un grado de reparación verificable, puede ser el punto de partida de
los temores que expresan los ambientalistas. Se cita como ejemplo, que la
represa del Uruguaí tuvo un costo inicial de 82 millones de dólares y terminó
costando 400 millones en fervor de los corruptos que se beneficiaron y
seguramente además, gobiernan.
La licitación no es
clara
El 28 de enero pasado, en “El Cronista”, se informó acerca de una polémica
entre Alemania y China por una licitación en Yacyretá para sumar 276 M de potencia. Definía el
asunto el 29 de enero pasado, la Entidad Binacional Yacyretá. La inversión será
de 256 millones de dólares. Competían la local IMPSA que se presentó
conjuntamente con la empresa Power China y los alemanes de Voith Hydro. Un
oferente perdió su posibilidad de ganar al ser expulsado de la licitación por
“conflicto de interés” e “incompatibilidad” y es la china Gezhouba en sociedad
con Habrin Electric Machinery, que contrató a la canadiense Stantec MWH, que
asesoró en la confección de pliegos a la Entidad Binacional Yacyretá. Había
trascendido que Voith Hydro habría pedido la intervención de la embajada
alemana ante la cancillería argentina, por considerar que podría haber
favoritismo del gobierno argentino de Mauricio Macri hacia IMPSA, que fue
gestionada hasta 2018 por el empresario Pescarmona.
El conflicto tenía otras aristas.
En junio de 2018, el Senado paraguayo iba a tratar esa obra y fracasó el quórum
porque las principales fuerzas opositoras, el Partido Liberal (PLRA) y el
Frente Guasú, rechazaron la aprobación de las notas reversales sobre la
hidroeléctrica de Yacyretá, compartida con Argentina, una de ellas basada en el
acuerdo firmado por los presidentes Cartés y Macri el 4 de mayo de 2017. Se
firmó entonces, que la deuda de Yacyretá con el Tesoro argentino era de USD
4.084 millones a ser abonados en 20 años, luego de 10 años de gracia.
El monto de la deuda para fines
de 2018 será de USD 3.600 millones, según la medición del canciller paraguayo,
Eladio Loizaga. Se convocaba a colocar tres turbinas por 276 MW de potencia en
el brazo Aña Cuá, con una inversión de unos u$s 600 millones. La oposición
criticó el acompañamiento del entonces presidente electo, Mario Abdo Benítez,
para la aprobación de las notas reversales sobre Yacyretá acordadas por Cartes
y Macri. Hugo Richer, legislador del Frente Guasu, criticó a Abdo Benítez,
quien en un principio había manifestado que revisaría los términos del acuerdo
con Argentina por Yacyretá para lograr que ciertos aspectos sean más ventajosos
para el Estado paraguayo, y luego aceptó a pie juntillas la propuesta de
Macri.
Recordaban en Paraguay que durante el gobierno kirchnerista, la
constructora IECSA del grupo Macri, fue la que más facturó en la Entidad Binacional
Yacyretá. Contaba con contratos millonarios para diversas obras. Cuando asumió
la presidencia el hijo de Franco, hizo que sus funcionarios Humberto Schiavoni
(director ejecutivo) y luego Martín Goerling gestionaran la Entidad en favor de
sus empresas.Pasó ciertas empresas a sus familiares y las fabulosas ganancias
no cesaron jamás.
Tal fue el caso de las acciones de la empresa Sideco, grupo Macri, en Yacylec,
administradora de la distribución de electricidad que produce la represa, que
pasó a otra empresa del entorno familiar. En 1993, gobierno de Menem, Yacylec
ganó la construcción y mantenimiento de la línea de transmisión de 500KV entre
Yacyretá y Corrientes, con subestación en Resistencia, Chaco. Suministraba
energía la Red Nacional de Alta Tensión. Al inicio de la operación en 1994, el
gobierno de Menem le otorgó una concesión por 95 años. Una jangada de millones
de dólares engrosaba los bienes del hoy jefe del régimen. También Carlos Menem
le otorgó una UTE de la familia de Mauricio y otras empresas asociadas, la
construcción, operación y mantenimiento el primer tramo del sistema de
transmisión asociado a Yacyretá.
A principios de 2018, el diario
ABC, de Asunción del Paraguay denunció que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY)
preparaba una adjudicación directa de casi US$ 70 millones a Industrias
Metalúrgicas Pescarmona SA (IMPSA) y el Consorcio de Ingeniería Electromecánica
SA (CIE) para reparar 4 turbinas. El responsable de la maniobra fue Ángel María
Recalde, director de la entidad designado por el presidente paraguayo Cartes,
quien no hizo licitación o concurso de precios, como correspondía. Un año
antes, febrero de 2017, en un concurso de precios Yacyretá adjudicó la
reparación de 2 turbinas al consorcio argentino-paraguayo IMPSA (Pescarmona) y
CIE. La operación fue avalada por el gobierno de Macri.
El manejo arbitrario de la
dirección binacional que corresponde a la actual etapa de Yacyreta, se
asemeja a los manejos sufridos durante el gobierno de Menem que quería entregar
Yacyretá, al Grupo Enron, en sociedad con un grupo chileno cuyo capital
mayoritario pertenecía a la Familia Bush. En 2010 Enron quebró con lo cual, de
haberse traspasado la empresa, se hubiera generado una crisis de proporciones
cuyas deudas se hubiese traspasado a pueblos argentino y paraguayo. Para dar
una idea de la manipulación que ejerce la corrupción sobre la obra, vale
recordar que al firmarse en la década de los años setenta el Tratado de Yacyretá
el presupuesto acordado fue de 1.750.000.000 dólares y en 2014, en Paraguay se
estimó que el costo de la obra supera 18 mil millones de dólares.
A Pino Solana le agrada recordar que con su bloque unipersonal en el Congreso
le “metió un palo en la rueda a Menem” e impidió el proyecto de privatización
de Yacyretá y Salto Grande en 1996, en los plazos que pretendía la gestión del
riojano. Menem intentó privatizarla con un pago de 800 millones de dólares para
una concesión de 30 años. En esos días, Yacyretá generaba una ganancia de 600
millones de dólares anuales. Entonces, Henry Kissinger, George Bush y Pérez
Companc recuperarían la inversión en poco más de un año, según lo señaló en su
momento, Alcira Argumedo.
IECSA la joda loca
IECSA-Macri se convirtió en una de las constructoras más poderosas de la
Argentina. En Misiones, obtuvo beneficios de todo tipo en Misiones por medio de
obras que financiaba la Entidad Binacional Yacyretá. Y eso no fue todo porque
esos locos años 90, cuando Ramón Puerta era gobernador -es el actual embajador
en España -, Humberto Schiavoni fungía de ministro de Economía provincial. Fue
en esos días, que IECSA obtuvo la adjudicación de las obras de construcción de
la costanera de Posadas. Cuando Mauricio ganó las elecciones de 2015, con
Schiavoni y Goerling adentro de la EBY, los contratos se reiteraron
alegremente. Sin embargo, para evitar suspicacias, IECSA pasó de manos del
primo hermano de Mauricio, Ángelo Calcaterra y al Grupo Mindlin, (como SACDE en
el testaferreo) grupo que rige el amigo personal de Macri, Marcelo Mindlin, dueño
de Pampa Energía y otras empresas que en el mundo empresarial, se atribuyen al
presidente.
Yacyretá es la joya de en
entramado corrupto que puede bien explicar la consolidación del régimen que
gobierna el país. Fue precisamente Mauricio Macri con sus empresas, sus pases y
reacomodamientos, uno de los principales beneficiarios del “monumento a la
corrupción” y desde allí, con Boca Juniors en el camino, cimentó su camino al
fraude político de su gobierno. En Paraguay sucede otro tanto, uno de los
empresarios de la represa de Itaipú que llegó a presidente entre 1993 y 1998,
Juan Carlos Wasmosy fue presidente del consorcio paraguayo que operó la
construcción de la represa cuyo costo se estima que superó los 20 mil millones
de dólares. Su fortuna, como la de Macri es incalculable y el grado de irresponsabilidad
sobre las consecuencias de la falta de mantenimiento en obras como Yacyretá, ilustra
el grado de degradación de vida institucional argentina. El Estado de Derecho
se esfuma como las aguas de una cascada mientras el marco institucional del
país mira para otro lado.
En marzo de 2010, el doctor
en Geología Roberto Torra, investigador especializado en la región NEA y
en particular en la denominada Formación Ituzaingó hizo una rigurosa hipótesis:
“El peso del agua del embalsado de la represa Yacyretá puede ejercer un efecto
tensional (Peso) sobre las rocas subyacentes, integradas o compuestas por
bloques rocosos, y generar en ellos movimientos de reacomodamiento que dan así origen
a los sismos o terremotos”.
Es decir, que la propia zona
donde se emplaza la represa puede ser generadora de movimientos sísmicos. Es
hora de que Senadores y Diputados trabajen para determinar cómo avanzar en una
política de previsión que determine si es posible sostener la represa, o buscar
formas alternativas de producción eléctrica que, por lo demás, son más
económicas. Habrá entonces que saltar sobre al nido de corrupción que alcanza
al parecer al propio gobierno nacional. En tanto, el grupo Macri cuenta con
acuerdos por ganancias millonarias rigurosamente custodiado mantenido hoy por
el titular del EBY Goerling, que además, pertenece a Cambiemos. Yacylec, empresa
del grupo que quedó “en familia”,“ganó” la concesión para construir, operar y
mantener la línea de transmisión de 500 kV que une Yacyretá con la subestación
de Resistencia, Chaco, y suministrar energía a la Red Nacional de Alta Tensión.
La empresa tiene una generosa concesión por 95 años.
De:
http://www.infonews.com/nota/321580/yacyreta-macri-y-la-desatencion-a-problemas