Por Melina Klostenmayer y Marilina Klostenmayer
Historia
Como muchos de los cereales que hoy conocemos y utilizamos,
el centeno pertenece también a los que antiguamente se cultivaron en
la llamada “Medialuna de las Tierras fértiles”, en la zona entre los ríos
Éufrates y Tigris. Los hallazgos que hablan del centeno se enmarcan dentro del
período Paleolítico en la zona de Abū Hurayra, al norte de Siria.
En el norte y centro de Europa, se ha cultivado centeno
desde remotos tiempos por ser un cereal tolerante a las tierras con un pH menor
a 7. Por este motivo, tierras empobrecidas como lo eran las del este de Europa,
también eran aptas para el cultivo del centeno. Por lo tanto, la gran Rusia,
Polonia y Alemania han sido y lo son aún zonas de producción de cultivos de
centeno.
Utilizado también para proteger al trigo por su altura y
resistencia a las inclemencias climáticas, el centeno, solía ser un cultivo no
solo para la fabricación de harina, sino también para pienso para animales de
pastura.
Espiga
El centeno posee un tallo más alto y flexible que el del trigo,
ronda entre los 110 a
160 cm
de altura y su inflorescencia en espiga posee de 20 a 30 cm de largo y sus glumas,
alargadas, miden alrededor de 10
mm.
Un cereal ecológico
A diferencia de otros cultivos, el centeno no necesita
insecticidas y es resistente varios tipos de plagas, frente a las que el trigo,
la cebada o la avena sucumben.
Así mismo, sus rastrojos aportan nutrientes al suelo e
impiden el crecimiento de malezas como el yuyo colorado (amaranthus hybridus y
amaranthus palmeri), cuya proliferación en los campos del sur de la macroprovincia
de Córdoba y en la macroprovincia de Santa Fe es muy alta.
Vitaminas y minerales
El centeno es un cereal con contenido de hierro, selenio,
zinc, calcio, flúor, magnesio y fósforo y entre las vitaminas que aporta se
encuentran presentes: complejo vitamínico B, E y K
Utilidades del rastrojo
Una vez cosechado el centeno, el rastrojo tiene múltiples
usos y aplicaciones:
-
pienso para las reses,
-
relleno para muñecas de trapo (peponas y peluches, muy
conveniente frente al dralón que es sintético por lo que no se biodegrada),
-
relleno ecológico para colchones (por sobre todo para
zonas de temperaturas muy altas, un colchón de paja de centeno será fresco y
evitará la estática tan común de los colchones de espuma de poliuretano),
-
con sus pajas se arman escobillas
-
confección de fardos para alimento (mascotas herbívoras,
cría de conejos, equinos, cobayos, ovinos, caprinos, camélidos, etc.).
Panes de centeno
Con centeno se elaboran todo tipo de panes rústicos, muy aconsejables para diferentes tipos de dietas bajas en calorías. También sus cualidades
los destacan por poseer rutina, un flavonoide que tiene la capacidad de disminuir
la presión arterial, por lo que es muy apto para hipertensos y personas con
cardiopatías; también para diabéticos es muy recomendado, porque su índice
glucémico es muy bajo en relación con otros cereales.
Shampoo de centeno
Uno de los beneficios del shampoo de centeno es que no
contamina el ambiente y el otro es que al contener menos gluten que el trigo,
se puede formar una pasta muy homogénea y utilizar para tratamiento de caída
del cabello.
Conclusión:
Debemos fomentar a nivel mundial la siembra de centeno. Es
lamentable que haya decaído tanto en estos últimos años como consecuencia de la
suba del precio de la soja, preponderándose este último cultivo casi como monocultivo,
sabiendo que la soja no aporta nada al suelo, es más produce un desgaste que
termina con la desertificación de extensas áreas si no se atiende de manera
continua y prudente al suelo.
El centeno aporta salud al suelo con su rastrojo, posee propiedades
que ningún otro cereal las tiene, por lo que es altamente aconsejable su uso interno
y externo en la limpieza corporal; el consumo de centeno asegura salud y salud
medioambiental, eliminándose el uso de rellenos y placas de espuma de poliuretano
(gomaespuma), tan tóxica en el amplio sentido.