SANTA FE: UN CONCEJAL
SIRVIÓ UN VASO DE GLIFOSATO EN PLENA SESIÓN
CON UNA BOTELLA DE GLIFOSATO SOBRE LA MESA, UN CONCEJAL
SANTAFESINO PRESENTÓ EL PROYECTO DE ORDENANZA QUE BUSCA PROHIBIR ESTE PELIGROSO
HERBICIDA EN LA CAPITAL DE SANTA FE: "NINGUNO DE NOSOTROS NOS ANIMARÍAMOS
A TOMAR LO QUE HAY DENTRO DEL VASO".
“Fuimos antes de que comience la
sesión, fuimos a un vivero de la ciudad a comprar un matayuyo, así lo pedimos,
algo para matar malezas, y nos vendieron este producto”: Glifosato (Round Up).
Con el producto sobre la mesa,
así expuso el concejal santafesino Juan Cesoni (PJ) un proyecto de
ordenanza presentado por la multisectorial ‘Paren de Fumigarnos’, el pasado 13
de marzo, para prohibir en la capital provincial el uso de este peligroso
herbicida sobre el cual ya se demostró que ocasiona daños irreversibles en el
medio ambiente y en nuestra salud.
Porque ya sabemos que los
afectados no son solamente los habitantes de los pueblos rurales, quienes
reciben la deriva del producto en el aire, si no que somos todos los afectados,
quienes consumimos los alimentos contaminados.
“Esto lo puede comprar cualquier
chico en una ferretería. Le van a vender este producto que obviamente va a terminar
en el patio de la casa de esa persona y en consecuencia en las napas de
ese domicilio, y si llueve se va a lavar, y probablemente termine en el desagüe pluvial,
y del desagüe pluvial va a ir a parar a la laguna, en el caso de la
ciudad de Santa Fe o a algún arroyo cercano”, continuó el concejal, quien
considera que corresponde darle lugar a este proyecto, junto a otros
dos concejales santafesinos, Franco Ponce de León (Coalición Cívica), y
Leandro González (UCR).
Haciéndonos recordar las
memorables palabras del actual Ministro de Ciencia y Tecnología e Innovación
Productiva, Lino Barañao, quien aseguró años atrás que el daño que puede
causar el glifosato es equivalente al que puede ocasionar “agua con sal”, Cesoni
sirvió el producto en un vaso y continuó: “Ninguno de nosotros nos animaríamos
a tomar lo que hay dentro del vaso. Pues bien, cuando tomamos el agua que
se extrae de la laguna Setúbal o de los arroyos circundantes, el proceso de
potabilización del agua, que contempla algunas instancias de precipitación
y luego clorado o florado, no va a eliminar esta sustancia que es tóxica, y
claramente en pequeñas cantidades, muy pocas partes por millón, la vamos a
estar consumiendo.“
“El problema es que estos tóxicos
se acumulan en el organismo, no pueden ser eliminados. Hay estudios
internacionales, inclusive nacionales que demuestran este tipo de situaciones”,
explicó el concejal Cesoni, dado que el proyecto de ordenanza menciona que
en la provincia de Santa Fe “se han realizado una serie de estudios que
convalidan la relación entre aplicación de herbicidas como el glifosato y la
proliferación de enfermedades como el cáncer“.
Sin embargo, Barañao se
animó a decir que “No hay relación entre el glifosato y el cáncer”, en una
entrevista realizada por el fotoperiodista Pablo Piovano, autor de “El
Costo Humano de los Agrotóxicos“:
No nos olvidemos del Ministro de
Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, quien también
realizó absurdas declaraciones al referirse a este veneno que utiliza la
agricultura argentina para eliminar malezas en cultivos genéticamente
modificados como la soja: “El glifosato bien aplicado es inocuo. Se
desactiva cuando toca el suelo”.
Y a continuación podemos ver
parte de una entrevista del documental francés “Bientôt dans vos
assiettes” (Pronto en su plato), que expone la relación entre el
aumento del cáncer y las fumigaciones con glifosato en nuestro país, donde el
entrevistado Patrick Moore, defensor de los OGM, es desafiado a tomar
una copa de glifosato tras afirmar que “se puede beber un vaso grande y no
pasa nada”:
El glifosato ya se
encuentra prohibido en Rosario. Ahora el desafío es que se prohíba en
la ciudad de Santa Fe. Lo interesante sería que se plantee también la
prohibición de este veneno en los sitios en donde se utiliza en mayores
cantidades, donde se encuentran los cultivos de soja, por ejemplo. Es
la Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos el organismo responsable de
realizar “las acciones de difusión, prevención, control y sanción de la
ordenanza, como también de la promoción de medidas alternativas para el control
de malezas y plagas, en armonía con el ambiente, la salud humana y los derechos
de la naturaleza”.
La multisectorial ‘Paren de
Fumigarnos‘ está formada por la Comisión de Salud y ambiente de la CTA, el
Centro de Protección a la Naturaleza, el Foro Nacional de la Agricultura
Familiar, la red de abogados de Pueblos Fumigados y otras organizaciones
sociales.
MÁS SOBRE EL GLIFOSATO
Queremos recordar también, que
científicos, médicos, periodistas e innumerables voces nacionales e
internacionales ya advirtieron que el glifosato…
> Afecta la biodiversidad de los bosques nativos.
> Está generando sus propias malezas.
> Se acumula en los campos argentinos.
> Vuelve impermeables los suelos.
> Se concentra en los sedimentos de la cuenca del río Paraná.
> Puede ocasionar efectos irreversibles en el sistema nervioso.
> Puede causar cáncer.
> Puede impedir el desarrollo embrionario y fetal.
> Está presente en nuestros alimentos, en helados, en vinos de California, en cervezas alemanas, en alimentos del desayuno en Estados Unidos, en miel uruguaya.
> Está presente en nuestra sangre.
> Está presente en algodón, gasas, tampones, y pañales.
> Enferma a los habitantes de los ´pueblos fumigados‘, a las escuelas rurales.
> Es objeto de estudio de más de 665 investigaciones científicas que demuestran el daño que este herbicida ocasiona a la salud.
> Está generando sus propias malezas.
> Se acumula en los campos argentinos.
> Vuelve impermeables los suelos.
> Se concentra en los sedimentos de la cuenca del río Paraná.
> Puede ocasionar efectos irreversibles en el sistema nervioso.
> Puede causar cáncer.
> Puede impedir el desarrollo embrionario y fetal.
> Está presente en nuestros alimentos, en helados, en vinos de California, en cervezas alemanas, en alimentos del desayuno en Estados Unidos, en miel uruguaya.
> Está presente en nuestra sangre.
> Está presente en algodón, gasas, tampones, y pañales.
> Enferma a los habitantes de los ´pueblos fumigados‘, a las escuelas rurales.
> Es objeto de estudio de más de 665 investigaciones científicas que demuestran el daño que este herbicida ocasiona a la salud.
El concejo de Santa Fe abre el debate por el glifosato
Durante la sesión de este jueves,
los ediles santafesinos tienen previsto tratar el proyecto que prohíbe la
aplicación área y terrestre del herbicida glifosato en todas sus variantes,
dentro del ejido urbano de la ciudad de Santa Fe.
El Concejo Municipal de Santa Fe
prohibiría por ordenanza la utilización del herbicida glifosato en todas sus
variantes en el territorio de la capital provincial. La propuesta es impulsada
como una petición particular por un grupo de vecinos y ONG ambientalistas y
cuenta con el dictamen favorable de la comisión de Gobierno y Seguridad
Ciudadana.
El primer borrador puesto a consideración de los ediles, fue elaborado por el equipo de abogados de la ONG Capibara, en colaboración con integrantes del Foro Santafesino por la Salud y el Ambiente y la Multisectorial Paren de Fumigarnos. El mismo fue presentado el 13 de marzo de este año, en el marco de una concurrida movilización social de vecinos y organizaciones autoconvocadas, genuinamente preocupados por la salud y el ambiente de los santafesinos.
Desde Capibara, saludaron la respuesta de los concejales que firmaron el
proyecto, como así también del resto de los bloques políticos que han
manifestado su intención de acompañar la iniciativa: “Nuestro municipio se suma
a aquellas ciudades como Rosario, San José del Rincón y decenas de
jurisdicciones del país, que ya han enviado un mensaje claro y contundente
contra este herbicida que tanto daño causa en la salud y el ambiente,
sistemáticamente envenenando y contaminando personas, animales, suelos, ríos y
alimentos”.
“Como se sabe hace casi tres años, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC-OMS) ha incluido al glifosato en el grupo 2A de principios activos que «se clasifican como probables carcinógenos para los seres humanos». Más cerca aún, una reciente recopilación de más de 830 investigaciones científicas, toxicológicas y epidemiológicas –de las cuales 100 pertenecen a universidades públicas– ordenó todas las pruebas que advierten sobre la relación entre este herbicida con el cáncer, malformaciones, problemas respiratorios crónicos, intoxicaciones y abortos espontáneos, entre otras afecciones”, sostuvieron desde Capibara.
El proyecto además prohíbe la utilización de glifosato por parte de la
Municipalidad de Santa Fe, en el marco de las intervenciones destinadas a
controlar plagas y malezas en el ejido urbano y establece multas ante
infracciones cuyos montos mínimos y máximos ascenderán respectivamente al valor
equivalente de quinientos (500) a treinta mil (30.000) unidades fijas, al
momento de hacer efectivo el importe, como así también la aplicación de penas
accesorias de inhabilitación temporaria o definitiva de los establecimientos,
empresas y profesionales responsables.
Por otra parte, se pone en cabeza de la Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos la aplicación de la ordenanza y el desarrollo de acciones de difusión, prevención, control y sanción de la misma, como así también la promoción de medidas alternativas para el control de malezas y plagas, en armonía con “…el ambiente, la salud humana y los derechos de la naturaleza”.
“Esta referencia expresa a la noción de «derechos de la naturaleza» es la segunda innovación que introduce la ciudad de Santa Fe, colocando a nuestra jurisdicción en la misma dirección que las tendencias constitucionales de América latina que dialogan con las cosmovisiones andinas, proponiendo una relación más respetuosa y armónica con la naturaleza, considerada como una entidad que posee un valor inherente y un derecho a existir. En esta ordenanza coexiste además, una perspectiva ligada a la protección de los derechos humanos fundamentales, como la salud, junto a la protección del ambiente y la naturaleza como fines en sí mismos, situación que también ha sido puesta de manifiesto a principios de año por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con la Opinión Consultiva Nº 23, que sostuvo que la calidad de nuestros ecosistemas es una condición esencial para la realización de los derechos humanos”, argumentaron desde la ONG local.
DEMANDAN A EMPRESA DE AGROQUÍMICOS POR LA MUERTE DE UN INGENIERO
AGRÓNOMO EN SANTA FE
LA FAMILIA DE UN INGENIERO
AGRÓNOMO DE 35 AÑOS QUE FALLECIÓ A CAUSA DE UNA ENFERMEDAD MEDULAR DEMANDÓ POR
DAÑOS Y PERJUICIOS A LA MULTINACIONAL AGROSERVICIOS PAMPEANOS (ASP), YA QUE LA
MUERTE FUE OCASIONADO POR LA EXPOSICIÓN A FERTILIZANTES, INSECTICIDAS Y
HERBICIDAS.
La familia de un ingeniero
agrónomo de 35 años que falleció en 2012 a causa de una enfermedad medular demandó
por daños y perjuicios a la multinacional Agroservicios Pampeanos (ASP), empresa
perteneciente al grupo canadiense Agrium. El hombre contrajo mielodisplasia,
una enfermedad que afecta la médula ósea, tres años después de empezar a
trabajar en dicha firma.
Se trata de Cristian Perno,
cuyo trabajo consistía en visitar campos y vender varios tipos de productos
agroquímicos, como fertilizantes y herbicidas. Según indica un informe
médico, la enfermedad está relacionada con el contacto y la exposición a estas
sustancias químicas. La familia inició una demanda que se encuentra en etapa
previa a instrucción en el Juzgado Laboral Nº7, a cargo del doctor Marcelo
Gallucci, en los Tribunales de Rosario.
El peligro que representa la
exposición a los agroquímicos no es novedad, aunque la mayoría de los
medios no le den lugar. Podemos mencionar como ejemplo a Monte Maíz,
localidad cordobesa que es ejemplo de la fuerte asociación entre cáncer y
exposición ambiental por contaminación con agroquímicos, específicamente el glifosato (el
herbicida de Monsanto que
recientemente en California se dispuso la obligatoriedad de una etiqueta
que advierta sobre su efecto cancerígeno).
El costo humano de los
agrotóxicos quedó demostrado por el fotoperiodista argentino Pablo
Piovano, quien retrató a las personas más afectadas, los habitantes de los pueblos
fumigados (los pueblos que sufren las fumigaciones aéreas), donde
mueren de cáncer 1 de cada 3 personas. Incluso en algunos pueblos como San
Salvador (Entre Ríos) se mueren de cáncer 1 de cada 2, mientras a nivel
nacional mueren de cáncer 1 de cada 5, como evidencian las
estadísticas de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.
Con respecto a este caso puntual
del Ingeniero Agrónomo Cristian Perno, según informó El Ciudadano, entró a
la multinacional ASP a mediados de 2007 y se dedicaba al asesoramiento de
productores agropecuarios, por lo que visitaba campos y vendía agroquímicos y
semillas. Trabajó un tiempo para la sede de la firma que está en la localidad
de Las Parejas, y luego fue trasladado a Villa María, Córdoba, como gerente de
la planta.
Los problemas de salud comenzaron
en 2010 cuando Cristián se mudó junto con su familia a Rosario en busca de un
diagnóstico. “No se sabía qué tenía. Finalmente le diagnosticaron
mielodisplasia. Es un problema en la médula. Fue tratado en el Sanatorio
Parque”, contó a dicho medio su esposa, Mariana. Los médicos le
dijeron –y consta un informe en la causa– que la enfermedad tuvo origen en la
exposición a químicos y agrotóxicos.
Tras una serie de tratamientos,
que incluyeron quimioterapia, le trasplantaron médula en enero de 2011. La
operación fue exitosa y el ingeniero que cumplía 34 años volvió a trabajar para
la firma, pero esta vez en el área administrativa. “Cuando volvió a la empresa
dejó de estar en contacto con los depósitos donde se guardaban los químicos y
tampoco volvió a visitar los campos”, recordó Mariana.
Un año más tarde Cristian tuvo
una recaída. Fue internado en terapia intensiva y los médicos que lo trataron
detectaron que las células cancerígenas habían reaparecido. Era necesario hacer
un segundo trasplante. El cuerpo no respondió como la primera vez y los órganos
empezaron a fallar. Cristian murió en noviembre a los 35 años.
“Él era una persona sana. Había
sido futbolista y continuaba haciendo deportes. Ese tipo de enfermedades
no es común en gente joven. Al tiempo nos enteramos que un camionero que
transportaba los productos de la empresa para la que trabajaba Cristian
falleció a causa de otro tipo de cáncer”, dijo Mariana e insistió que él
frecuentemente estaba en contacto con agrotóxicos. De hecho, era el encargado
de trasladar los químicos al campo de los productores. Muchas veces los
guardaba en su casa antes de viajar.
“Yo veía que la empresa no le
daba ningún tipo de indumentaria especial. Él usaba unas botas y unos
guantes que eran suyos, pero la empresa no le proveía ningún tipo de uniforme”,
confió Mariana. Y más, la esposa de Cristian dijo que las instalaciones
administrativas no estaban muy lejos de los depósitos.
En junio de 2014 Mariana presentó
la demanda contra Agroservicios Pampeanos y reclamó una indemnización a favor
de los hijos del matrimonio, de 8 y de 10 años, los padres de Cristian y ella.
“Lo hice pensando en los chicos, como una forma en que rinda frutos todo el
sacrificio que hizo Cristian por el trabajo. Además, queremos generar
conciencia porque el peligro de los agroquímicos es sabido, pero no se hace
nada al respecto”, expresó Mariana.
La demanda por daños y perjuicios
está radicada en el juzgado laboral de Marcelo Gallucci. El abogado de la
familia, Gustavo Bruno, explicó que “Se hizo una pericia química, una médica y
una de higiene y seguridad industrial. Adjuntamos informes de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y de Greenpeace”.
Ludmila: el caso de una niña de dos años con glifosato en su sangre
La comuna de Bernardo de Irigoyen
afronta uno de los casos más terribles de contaminación por agrotóxicos. El
caso de una niña al borde de la leucemia que conmueve a propios y extraños.
A poco más de 100 km de distancia de
Rosario, se encuentra la pequeña población de Bernardo de Irigoyen. Con mucha
fuerza se pueden contar 2.000 habitantes que viven aferrados a la agricultura
como única manera de subsistencia.
El avance sostenido del
transgénico desde 1996, trajo consigo una oscura nube de enfermedades y muertes
a causa de los pesticidas, socio fundamental de este tipo de cultivos.
Ordenanzas pisoteadas, gobiernos cómplices, y el avance a paso firme de un
modelo de producción que no entiende de calidad de vida, hacen de los días de
muchos argentinos una verdadera penuria.
El capital jugará siempre con las
cartas más altas en la partida de la vida, este titiritero de la desidia y la
perversidad, sólo le teme a un solo avance, al de la conciencia de las
mayorías.
Una casa que linda con el horror
El humilde hogar de la familia
Terreno, es lindante de un depósito de agrotóxicos de la firma José
Pagliaricci. En el mismo se almacena tanto Glifosato como Round Up, algo
prohibido en las zonas urbanas, ya que debería respetar las ordenanzas que
nadie se esfuerza por hacer cumplir.
El joven papá de Ludmila,
prefiere no hablar, está cansado y aturdido por una situación que lo ha
desbordado. Su pequeña hija de 2 años y 4 meses, está padeciendo lo que se
viene denunciando hace años, el envenenamiento por agrotóxicos.
En el mes de noviembre del año pasado,
la niña estuvo internada 30 días debido a su pérdida de peso y deshidratación,
ya que un cuadro de vómitos severos la invadió. Esto alertó a sus familiares
que rápidamente la trasladaron hasta el S.A.M.CO de Barrancas, para terminar en
el Hospital de Niños de Santa Fe, allí los pediatras de la Institución le
diagnosticarían Glifosato en sangre.
El comienzo de un camino espinoso
Con la probabilidad cierta de
contraer leucemia, algo que los especialistas no descartan, la pequeña Ludmila
pelea por recobrar el espíritu libre que le cercenaron los garantes de la
muerte.
Roberto Schiozzi es un técnico
mecánico que en marzo estará cumpliendo 70 años, vecino del lugar y fundador
del “Centro ecológico del Paraná de Coronda”, se puso al hombro la lucha de la
familia Terreno.
“Hace años que este pueblo dejó
de ser lo que era, hoy los intereses son los que manejan sus destinos. Duele
ver cómo nos envenenan diariamente ante la vista de las autoridades políticas,
siento que la vida ha perdido valor”, le dijo a Conclusión.
Consultado sobre el caso de
Ludmila sostuvo, “esta familia me vino a pedir una mano para poder iniciar
acciones legales y de esa manera lograr protección. No lo dude un minuto y me
puse a disposición, no es posible que para demostrar que nos están matando
tengamos primero que morir”.
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