viernes, 30 de noviembre de 2018

Hoy te proponemos


Estado Libre,

Soberano e Independiente de
Leonlandia del Sur


Revista de ecología y política “el yaguarundí”




Hoy te proponemos

a) Llevar la bolsa para las compras;
b) Ser parte de una institución filantrópica o ecologista;
c) Crear una institución de ayuda humanitaria o ecologista.

Bolsitas

Por Heidi Fox Talbot

Cuando vayas a hacer las compras a tu supermercado, granja, almacén e incluso a la farmacia, lleves tu propia bolsa; las hay muy bonitas y pintorescas de tela.

Cuanto menos plásticos estemos utilizando tanto mejor para el ambiente.

En nuestra micronación, el Estado Libre, Soberano e Independiente de Leonlandia del Sur tenemos nuestras bolsas para hacer las compras, e incluso los leonlandesitos, cuando nos acompañan a la verdulería o panadería, llevan sus bolsitas y colaboran con la carga.

Por ejemplo, este que vemos en la foto, es el bolsito de las compras de Sven. Nos encanta ir juntos a Anabel a comprar algunas Delikatessen para la merienda, es solo cruzar Plaza Pringles y ya estamos en un lugar que luce exquisiteces.


Obviamente que también tiene que haber una acción de filantropía, porque si compramos delicias para nosotros, debemos compartir; por esto mismo, Sven siempre me recuerda que debemos comprarle algo para “el Peluca”, un señor que trabaja abriendo las puertas de los taxis sobre la Plaza.

Entonces, en nuestra micronación, estamos pendientes de nuestras acciones hacia el medio ambiente y hacia los más necesitados, de esta manera, estamos en paz, y así, sentimos que las palabras de nuestro Presidente, Teodoro Klostenmayer, se hacen realidad: los leonlandeses somos muy afortunados.




Instituciones

Por Violeta Paula Cappella

Muchos leonlandeses colaboran con instituciones internacionales, dos de nuestras favoritas son Greenpeace y Amnistía Internacional.

El trabajo que lleva adelante Amnistía Internacional es de gran importancia; he aquí un resumen de su historia:

Amnistía Internacional está presente en casi todos los países del mundo. La organización de derechos humanos fue fundada en 1961 por el abogado británico Peter Benenson. Inspirado en el caso de unos estudiantes portugueses encarcelados que  por brindar por la libertad en su país, fueron encarcelados. Al enterarse de este hecho, Benenson publicó el artículo “The Forgotten Prisoners” (Los presos olvidados) en el diario The Observer.

En ese artículo, Benenson instaba a personas de todo el mundo a actuar para conseguir la excarcelación de esos seis prisioneros a los que llamó “presos de conciencia“,  porque habían sido encarcelados  por sus convicciones políticas, religiosas u otros motivos de conciencia, sin haber recurrido a la violencia ni propugnado su uso.

Para su sorpresa, más de un millar de lectores respondieron a su llamada a la acción, que se replicó en otros países. Quizá sin darse cuenta, Benenson había creado un tipo de activismo que daría excelentes resultados en la lucha contra la injusticia y el abuso de poder: la acción de muchas personas anónimas actuando a favor de otras personas víctimas de violaciones de los derechos humanos.

Lo que empezó como una campaña puntual se transformó en un movimiento internacional por la defensa de los derechos humanos.

Para la historia Argentina, la organización fue clave. En 1976 visitó nuestro país la primera comisión internacional que documentó casos y denunció las violaciones a los derechos humanos producidos por la última dictadura militar.

En 1977 el trabajo de Amnistía Internacional fue recompensada con el premio Nobel de la Paz, y un año más tarde la organización fue galardonada con el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Nuestra filosofía es que estamos convencidos que el  mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo. Salimos a las calles. Juntamos firmas. Protestamos y damos a conocer las violaciones a los derechos humanos en todo el mundo para que no queden impunes.



En el caso de Greenpeace, bien, ya conocen muchos que nuestra micronación apuesta no solo por el humanismo, sino también por la ecología, por ello, nos parece de gran importancia, colaborar activamente con Greenpeace, pues gracias a ellos, muchos desastres se han evitado poniendo trabas y haciendo campañas para que se termine con el desmonte, la caza, el exterminio de animales o para que caigan convenios donde el ambiente está totalmente comprometido. Veamos qué dice su página:

En 1971, un grupo de personas preocupado por las pruebas nucleares que Estados Unidos planeaba desarrollar en Amchitka, una pequeña isla de Alaska de gran valor ecológico por las colonias de aves que alberga,  decidió hacer algo más que protestar en contra de estas pruebas.  Esos activistas, los fundadores de Greenpeace, creían que un grupo de individuos puede hacer la diferencia.

Alquilaron un viejo barco pesquero -el Phyllis Cormak- y pusieron proa hacia Alaska. El objetivo erainterponerse entre la armada americana y la isla y, de ese modo, evitar que se llevaran a cabo las pruebas. 

El grupo estaba integrado por Dorothy e Irving Stowe, Marie y Jim Bohlen, Ben y Dorothy Metcalfe y Bob Hunter; ellos pensaron en unir dos palabras que demostraran su preocupación por el planeta y su oposición a las armas nucleares y de ese modo surgió el nuevo nombre del grupo: Greenpeace. Uno de los tripulantes declaró a la prensa antes de zarpar: “queremos paz y queremos que sea verde”, ése sería el espíritu de la organización.

Si bien el barco y su tripulación nunca llegaron a destino –la guardia costera los detuvo antes- y la bomba fue detonada, la difusión de sus actividades a través de la prensa fue tan importante que, ese mismo año, el gobierno estadounidense anunció el cierre de su plan nuclear.

Durante los años siguientes distintos grupos, sin conexión entre sí, en Estados Unidos, Canadá y Europa, tomaron el nombre de Greenpeace. La instalación de oficinas en el Reino Unido y Holanda fue determinante para unir a todos los grupos existentes en el mundo bajo ese nombre y crear, en 1978, Greenpeace Internacional, unificando la forma de trabajo.

En la actualidad, Greenpeace es una de las organizaciones ambientalistas más importantes del mundo, cuya oficina central se encuentra en Amsterdam, Holanda y cuenta con oficinas en 41 países en todo el mundo.







La acción filantrópica que no se ve

Por Teodoro Klostenmayer

Existen muchas instituciones que trabajan de forma ecológica, caritativa y por la sustentabilidad que no se ven; este tipo de organizaciones, son aquellas que deciden hacer el bien en silencio, tal es el caso del rosacrucismo, la masonería, las heptadas y fraternidades que apuestan al trabajo por el bien y el bien común sin hacer gala de ello; estas instituciones emparentadas con la espiritualidad, crean asociaciones sin fines de lucro u ONGs. De esta manera, agrupan en estas nuevas instituciones, separadas de las otras, núcleos de acción, cuyos objetivos no tienen que ver con la institución madre, sino con la ecología, la educación, la niñez, la ancianidad y tantas otras áreas de acción en las que otras instituciones no llegan, pues la obra es muy grande, son demasiadas las necesidades, más aún ahora, cuando la macronación ha sido conducida perversamente a una de las mayores crisis económico-sociales en la brevedad de tres años.

Veamos el ejemplo del Hogar Bernardino Rivadavia:

Si hacemos un poco de historia, aunque resumida, podemos decir que “en el 14 de setiembre de 1905 el Sr. Guillermo Martín Cordés (1872-1929) presenta un proyecto para la creación de un Orfelinato destinado a albergar en un ambiente higiénico y moral, niños de ambos sexos que además recibirán una educación esmerada...” según rezan los escritos de la época.

Esta iniciativa se basó debido al prematuro fallecimiento de muchos ciudadanos durante los meses de desarrollo de la epidemia de fiebre amarilla. La idea era atender y aliviar el dolor de tantos chicos que quedaron huérfanos.

El 12 de julio de 1906 se aprueba el proyecto. El 15 de octubre del mismo año se crea una Comisión Organizadora. La misma es presidida por el Coronel Luis María Arzac (1851-1913). Se sentaron las bases con la preparación de un reglamento, estudios presupuestarios y -hasta poder organizar una residencia adecuada- se otorgarían subsidios o becas. Luego hubo cambios de presidentes de la flamante comisión. Se propuso que la entidad obtuviera la Personería Jurídica.

El 8 de setiembre de 1914 un grupo de damas constituye una entidad auxiliar a la labor de la entidad. El año 1915 fue rico en realizaciones y éxitos. 30 niños asilados dan razón de ser a la Institución. Hubo un gran apoyo moral y lo constituía, para los propiciadores de la idea, la amplia difusión que los diarios La Prensa, La Nación, La Vanguardia, La Argentina, The Standard, Le Courrier de la Plata y The Buenos Aires Herald daban a todos los actos y actividades de la Institución.

Se inician los trabajos para la adquisición de un predio. La campaña se desarrolló bajo un lema de Domingo Faustino Sarmiento: “Solo cuando una grande aspiración social se convierte en manía, se logra hacerla hecho, institución, conquista”.

Las actividades venían desarrollándose en Capital Federal en una casa ubicada en la calle Fitz Roy 2455. La Comisión Directiva que se encontraba en funciones el 27 de agosto de 1920 firma el boleto de compra de la denominada Quinta Gavarone en la ciudad de Banfield. Dicha quinta abarca una extensión de 11.480 m2 y estaba poblada de hermosa arboleda aunque el edifico existente se hallaba en mal estado por lo que, ni bien se tomó posesión, se iniciaron los trabajos de refacción. Mientras se realizaban estos trabajos ocurrió un sismo que afectó a Mendoza. Ante este suceso las autoridades de la entidad ofrecieron a la comisión Pro Auxilio de las Víctimas la posibilidad de albergar niños en Banfield, ofrecimiento que se agradeció aunque no se hizo uso.

El 25 de marzo de 1921 se procede a la inauguración de la nueva casa con la presencia de autoridades nacionales, provinciales, municipales e invitados especiales.
El 5 de noviembre de 1929 falleció Guillermo Martín Cordés, iniciador e incansable sostén de la idea. Estuvo dedicado a la entidad 23 años. En una asamblea en 1938 se modificaron los estatutos adoptándose el nombre de Hogar “Bernardino Rivadavia”. La modificación fue aprobada el 10 de enero de 1939 por decreto del Presidente de la Nación Dr. Roberto Ortiz. Dichos estatutos rigieron a la institución durante una década, siendo nuevamente modificados el 27 de junio de 1949. Esa nueva modificación fue aprobada el 30 de septiembre por decreto del entonces Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón.

El edificio de Banfield ya no satisfacía las necesidades del Hogar por lo que se acordó edificar en el terreno de Máximo Paz instalaciones más modernas. El 7 de noviembre de 1953 se coloca la piedra fundamental del actual edificio donde dos años después se concentra la labor en un predio propio de 16 hectáreas, con aproximadamente 1200 m2 de edificación construida, más galpones, taller, quincho, gallineros y demás instalaciones.

En 1967 se funda la Biblioteca Pública. Por entonces un diario decía "... hace poco inauguraron una biblioteca pública. El pueblo no tendrá asfalto, ni pavimento, ni aguas corrientes, pero tiene una biblioteca...”. Este episodio pasó casi en silencio pero fue por eso que Clarín decidió dar a publicidad lo que “representa esta obra”, decía en su edición del 11 de diciembre de 1967. Además agregaba: “como Máximo Paz no tiene farmacia, la misma institución ha dispuesto adquirir medicamentos y facilitárselos a quien los necesite gratuitamente”.

En el Hogar llegaron a alojarse hasta 40 niños y jóvenes varones de 6 a 21 años derivados por Jueces de Menores con intervención y Control del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y la Secretaría de Minoridad de la Provincia de Buenos Aires quienes realizaban periódicas visitas de supervisión. Ellos vivían en un régimen de puertas abiertas. Concurrían a las escuelas de la localidad o realizaban cursos de capacitación en formación profesional.

Hablamos en tiempo pasado, porque la modalidad asistencial cesó en agosto de 2005, donde la institución debió cerrar esta etapa por cuestiones principalmente financieras.

La entidad recibió los 100 años con nuevo empuje y muchas ideas. Una de ellas fue el Centro de Promoción Educativa Bernardino Rivadavia (en una tarea conjunta con el Municipio de Cañuelas), que funcionó de lunes a viernes (por la mañana y por la tarde), a contra turno de las EPB, brindando un marco de contención y asistencia. La idea era que los chicos puedan pensar, divertirse, aprender y compartir un desayuno o merienda.






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