Vive desde hace millones de años y es de
hábitos nocturnos; de vista poco desarrollada, precisamente por sus costumbres
y por habitar en cuevas, tiene muy desarrollado el sentido del oído y sobre
todo del olfato También conocido como ‘tasugo’, es un mamífero carnívoro
de tamaño mediano que se caracteriza por su hocico alargado y su rostro blanco
y negro. En este artículo te contaremos sobre el tejón, sus costumbres, comportamientos
y hábitat.
Características
del tejón
De complexión robusta, cola corta y cuerpo
más largo que alto, el tejón presenta una cabeza alargada de forma
triangular y puede medir unos 80 centímetros de largo y pesar como
máximo 15 kilos.
Las patas del tejón son muy cortas, pero a la
vez bastante fuertes, sobre todo las anteriores. El hocico se mueve rápidamente
y tiene la capacidad de excavar y hozar sin problemas.
En cuánto al pelaje, podríamos ‘dividirlo’ en
lomo gris o negro oscuro; vientre y patas negras y cabeza blanca con dos franjas
negras gruesas y longitudinales. Tanto el borde de las orejas como la
punta de la cola son blancos.
Hábitat
y alimentación del tejón
Este animal prefiere zonas semiáridas y de alta
montaña, bosques con cierta cobertura vegetal pero con claros y pastizales,
donde pueda encontrar alimento: lombrices, insectos y frutos principalmente,
aunque por ser omnívoro puede incluir en su dieta abejas, reptiles de pequeño
tamaño, maíz, carroña, vegetales e invertebrados.
El tejón es una especie antigua; se cree que
habita nuestro planeta desde hace millones de años y cuenta con una subespecie
muy importante en la península ibérica, hasta los Pirineos. En
general se lo encuentra en toda Europa a excepción del norte escandinavo.
Comportamiento
y reproducción del tejón
De hábitos nocturnos, sale en el crepúsculo y
es muy difícil observarlo de día. Nada relativamente bien y puede trepar a los árboles,
aunque sin dudas su habilidad es correr rápido. Cuando se siente amenazado
o detecta algún peligro emite aullidos potentes.
La vista de los tejones no está muy
desarrollada debido a que se ha acostumbrado a vivir en una cueva o a andar de
noche. Para reemplazar ese sentido, cuenta con un oído y sobre todo un
olfato muy eficaces.
También se han hallado poblaciones de casi
dos docenas de ejemplares, quienes cohabitan en ‘tejoneras’ subterráneas
excavadas por ellos mismos y que pueden tener una gran dimensión, así como
también diferentes ambientes: cámara principal de hasta cuatro metros de
altura, conductos de ventilación (para conseguir aire puro) y de escape (para
salir en caso de inundación o peligro), retrete (para defecar) y cuna (para
resguardar a los ejemplares jóvenes).
Las hembras permanecen más tiempo en la madriguera que
los machos y, además, estas se suelen quedar en la misma que han nacido durante
toda su vida.
La organización social está compuesta por un
macho y una hembra dominantes y sus descendientes que son los subordinados. Las
demás hembras pueden copular con el macho principal, sin embargo la única capaz
de dar a luz a la cría es la principal.
El apareamiento tiene lugar entre la
primavera y el verano y la cópula dura unos 90 minutos. La hembra tiene la
capacidad de ‘guardar’ el óvulo fecundado por varios meses. La
gestación dura 65 días y cada camada puede estar compuesta por entre dos y seis
bebés, los cuales al nacer están cubiertos de pelo blanco en el cuerpo y negro
en la cabeza.
Se alimentan de leche materna durante tres
meses, periodo en el cual la madre casi no sale de la madriguera; el macho no
se encarga de las crías. Finalizada esta etapa los jóvenes permanecen en una
misma ‘habitación’ para recibir los cuidados maternos.
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