domingo, 12 de agosto de 2018

Tejón: características, hábitat y comportamiento



Vive desde hace millones de años y es de hábitos nocturnos; de vista poco desarrollada, precisamente por sus costumbres y por habitar en cuevas, tiene muy desarrollado el sentido del oído y sobre todo del olfato También conocido como ‘tasugo’, es un mamífero carnívoro de tamaño mediano que se caracteriza por su hocico alargado y su rostro blanco y negro. En este artículo te contaremos sobre el tejón, sus costumbres, comportamientos y hábitat.

Características del tejón

De complexión robusta, cola corta y cuerpo más largo que alto, el tejón presenta una cabeza alargada de forma triangular y puede medir unos 80 centímetros de largo y pesar como máximo 15 kilos.

Las patas del tejón son muy cortas, pero a la vez bastante fuertes, sobre todo las anteriores. El hocico se mueve rápidamente y tiene la capacidad de excavar y hozar sin problemas.

En cuánto al pelaje, podríamos ‘dividirlo’ en lomo gris o negro oscuro; vientre y patas negras y cabeza blanca con dos franjas negras gruesas y longitudinales. Tanto el borde de las orejas como la punta de la cola son blancos.


Hábitat y alimentación del tejón

Este animal prefiere zonas semiáridas y de alta montaña, bosques con cierta cobertura vegetal pero con claros y pastizales, donde pueda encontrar alimento: lombrices, insectos y frutos principalmente, aunque por ser omnívoro puede incluir en su dieta abejas, reptiles de pequeño tamaño, maíz, carroña, vegetales e invertebrados.

El tejón es una especie antigua; se cree que habita nuestro planeta desde hace millones de años y cuenta con una subespecie muy importante en la península ibérica, hasta los Pirineos. En general se lo encuentra en toda Europa a excepción del norte escandinavo.


Comportamiento y reproducción del tejón

De hábitos nocturnos, sale en el crepúsculo y es muy difícil observarlo de día. Nada relativamente bien y puede trepar a los árboles, aunque sin dudas su habilidad es correr rápido. Cuando se siente amenazado o detecta algún peligro emite aullidos potentes.

La vista de los tejones no está muy desarrollada debido a que se ha acostumbrado a vivir en una cueva o a andar de noche. Para reemplazar ese sentido, cuenta con un oído y sobre todo un olfato muy eficaces.

También se han hallado poblaciones de casi dos docenas de ejemplares, quienes cohabitan en ‘tejoneras’ subterráneas excavadas por ellos mismos y que pueden tener una gran dimensión, así como también diferentes ambientes: cámara principal de hasta cuatro metros de altura, conductos de ventilación (para conseguir aire puro) y de escape (para salir en caso de inundación o peligro), retrete (para defecar) y cuna (para resguardar a los ejemplares jóvenes).


Las hembras permanecen más tiempo en la madriguera que los machos y, además, estas se suelen quedar en la misma que han nacido durante toda su vida.

La organización social está compuesta por un macho y una hembra dominantes y sus descendientes que son los subordinados. Las demás hembras pueden copular con el macho principal, sin embargo la única capaz de dar a luz a la cría es la principal.


El apareamiento tiene lugar entre la primavera y el verano y la cópula dura unos 90 minutos. La hembra tiene la capacidad de ‘guardar’ el óvulo fecundado por varios meses. La gestación dura 65 días y cada camada puede estar compuesta por entre dos y seis bebés, los cuales al nacer están cubiertos de pelo blanco en el cuerpo y negro en la cabeza.

Se alimentan de leche materna durante tres meses, periodo en el cual la madre casi no sale de la madriguera; el macho no se encarga de las crías. Finalizada esta etapa los jóvenes permanecen en una misma ‘habitación’ para recibir los cuidados maternos.

  


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