Ficha
técnica
Orden: Carnívora
Familia: Vivérridos.
Género: Genetta
Especie: Genetta genetta (Linnaeus, 1758)
Subespecies presentes: Genetta genetta isabelae (Delibes, 1977), en la isla de
Ibiza.
Longitud del cuerpo: entre 47 y 60 cms.
Longitud de la cola: de 45
a 65 cms.
Alzada a la cruz: de 18
a 20 cms.
Peso: de 1,2
a 2,5 Kgs..
Status
de la especie: en el Convenio de Berna (Ratificado 13.05.1986) se incluye
dentro del Anejo III: ESPECIES DE FAUNA ESTRICTAMENTE PROTEGIDA. La especie
ibérica no está amenazada, aunque sí protegida. Increíblemente en 7 de las 41
comarcas de Cataluña se considera una especie cinegética y, por tanto, está
permitida su caza y muerte, previa autorización administrativa (D. Camps y
F. Llimona, 2004).
DESCRIPCIÓN
DE LA
ESPECIE
La cabeza de la gineta es pequeña, destacando en
la misma sus pabellones auriculares, unos grandes ojos con características
pupilas verticales adaptados a la visión nocturna y debajo de los ojos unas
características manchas blancas.
La gineta cuando caza es vibrante, ágil,
silenciosa y constituye todo un espectáculo de vitalidad y precisión. Su olfato
y oído son muy finos, puede trepar muy bien por los árboles en busca de sus
presas, pudiendo saltar de unas ramas a otras -buscando el equilibrio con la cola-
con increíble agilidad. Al igual que el gato montés, captura a sus presas con
las garras, las que cuentan con uñas retráctiles que guarda para las ocasiones
vitales dentro de unas vainas. Las presas de mediano tamaño suelan morderlas en
el cuello, devorando tras la muerte de la víctima.
La gineta es el único representante ibérico de
los vivérridos, de modo que aun cuando hasta hace unos años se incluía dentro
de los vivérridos ibéricos al meloncillo (Herpestes ichneumon) y a la
gineta (Genetta genetta) hoy en día la taxonomía más moderna los incluye
dentro de la familia de los herpéstidos y los vivérridos respectivamente.
Si bien se han dado varias teorías sobre la
presencia de la especie en la
Península Ibérica , lo que sí está claro es que es una especie
que no se ha registrado en los estudios palenteológicos, de modo que su
presencia en el continente europeo se ha considerado como relativamente
reciente (en los últimos 2.000 años). Como en esta época Europa ya estaba separada de África se
considera que ha sido el hombre el vehículo o medio del que se ha servido la
gineta para su expansión en el viejo continente, considerándose, como opinión
más aceptada, que la gineta era un animal de compañía del hombre, de la que
éste se servía (egipcios, romanos y árabes han utilizado a la gineta como
animal doméstico) dadas sus peculiaridades para la caza de los siempre
indeseables roedores. Ha sido su capacidad para vivir y reproducirse en
libertad lo que ha hecho de la especie un animal totalmente integrado en nuestra
fauna autóctona.
En España se ha descrito una subespecie de
gineta (Genetta genetta isabelae) o gineta de Ibiza de menor tamaño que
la peninsular, no superando los 1,300 Kgs., que se considera se ha formado por
evolución de la especie peninsular, a la adaptación a los hábitos alimenticios
propios del entorno insular en que el mayor consumo de anfibios condiciona
importantemente su dieta.
En la etología de la especie adquiere un rango
muy peculiar el marcaje del territorio, el que se realiza de dos formas
principales (Castells y Mayo, 1993):
-
Orinando y defecando
en lugares constantes.
-
Por secreciones de las
glándulas perianales, sobre objetos verticales, para favorecer la expansión del
olor por el viento.
Recientes estudios en el Parque de Collserola (Barcelona)
el que cuenta con unas 8.000 has. de superficie, efectuados entre los años
1999-2002 por los biólogos David Camps, del Departamento de Medio Ambiente de la
Generalitat de
Cataluña, y Francesc Llimona, de la
Estación Biológica de Can Balasc, situada en el propio parque
de Collserola, con radio
seguimiento sobre una población de 16 ginetas adultas (10 machos y 6 hembras)
que han proporcionado casi 2000 radio-localizaciones, han aportado datos
inéditos y muy rigurosos sobre la etología de la especie, que han sido
publicados en la revista Quercus nº 223 de septiembre-2004. Así se ha
constatado que el área media de campeo de los machos era de 98 has. mientras
que en las hembras se reduce a tan solo 25 has., aun cuando el tamaño de estas
áreas de campeo fue variable en las diferentes estaciones del año para los dos
sexos. Los valores mínimos de campeo corresponden al verano y aumentan
progresivamente durante el otoño e invierno hasta alcanzar su máximo en
primavera. Esta variación se ha relacionado con las disponibilidades
alimenticias. Aun cuando los ejemplares se mantenían fieles a lo largo del año
a los territorios de sus áreas núcleo, que suelen representar un 20 % del área
de campeo. Este mismo estudio ha puesto de manifiesto que las áreas de campeo
de los machos y hembras se solapan con más frecuencia que con respecto a los
individuos de un mismo sexo. Siendo exclusivas de los respectivos machos las
áreas núcleo, lo que también se constató con relación a las áreas de descanso.
De modo que se ha considerado que son las relaciones intersexuales las que más
condicionan la territorialidad de la especie.
Por lo que se refiere al diario de la actividad
(D. Camps y F. Llimona, 2004) las ginetas fueron casi exclusivamente
nocturnas durante todo el
año, con un período de máxima actividad en la primera mitad de la noche. En
conjunto estos estudios constatan como las ginetas se mantienen activas en el
56 % de la noche, lo que representa un 26 % de media del total del día.
En cuanto al tipo de madrigueras (D. Camps y
F. Llimona, 2004) normalmente de 5
a 8 por
individuo, los estudios de radio-seguimiento localizaron un total de 75
madrigueras, que correspondían a las 16 ginetas seguidas. De estas madrigueras
el 48 % estaban en el suelo, entre entramados vegetales muy densos y un 36 % correspondían a árboles,
habiendo sido elegidos los de mayor altura de la zona, emplazándose las
madrigueras en la copa, cerca de la cruz, oculta entre el ramaje y el follaje.
Algunas de estas madrigueras localizadas en los árboles se han servido de nidos
de aves, particularmente de las grandes rapaces. Los autores del estudio no
localizaron ninguna madriguera en oquedades de árboles, lo que señalan los
autores del estudio pudo ser debido a la ausencia de árboles de estas
características en el territorio objeto de estudio. En cualquier caso es
condicionante de la selección de las madrigueras que se trate de lugares
tranquilos y seguros.
Datos de la especie
- Longevidad: Entre
6 y 8 años en libertad. Excepcionalmente puede alcanzar los 15 años en
cautividad.
- Celo: Tiene lugar de enero a septiembre,
con un máximo en febrero-marzo, siendo el período de menor actividad los meses
estivales. El celo se prolonga durante 2 ó 3 días hasta alcanzar la
fecundación.
- Gestación: La
gestación dura de 55
a 65 días.
- Época de parto: Son posibles dos partos al año, uno al principio del
año y otro en otoño.
- Parto: De 1
a 4 crías,
normalmente 2 ó 3, que pesan al nacer unos 70- 90
gramos y
que nacen con los ojos cerrados manteniéndolos hasta los 7 días.
- Duración
de la lactancia: Las crías son amamantadas durante 2 ó 3 semanas
exclusivamente con leche, continuando con una dieta mixta constituida por
alimento sólido y leche hasta los 3 ó 4 meses. Entre los 6 y 9 meses alcanzan su independencia,
aun cuando continúan cazando y conviviendo con la madre hasta el siguiente
parto en que o se independizan o ella los expulsa de la madriguera, por temor
de que ocasionen daños en las
nuevas crías.
- Madurez
sexual. Alcanzan la madurez sexual a los 2 años
- Alimentación. La gineta preda sobre animales que van desde el conejo y
liebre a los invertebrados, aun cuando fundamentalmente lo hace sobre roedores,
si bien las aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e insectos,
también constituyen un porcentaje significativo de su dieta. Los frutos
otoñales de igual modo forman parte de su alimentación, siendo fácil apreciar en
sus excrementos huesos de frutos consumidos por el animal (cereza, ciruela o
majoleto, entre otros). Las disponibilidades estacionales van a condicionar importantemente su
versátil dieta.
- Hábitats. La gineta es una especie esencialmente forestal, que se
extiende por toda la
Península Ibérica , aunque está ausente de las zonas urbanas,
estepa y parajes desérticos. En la
España seca sus
hábitats están asociados a sotos fluviales
- Huellas. Marca junto a la huella plantar, que aparece muy bien
definida, cinco dedos sin uña. Si bien en muchas ocasiones no aparecen las
marcas del quinto dedo, por lo que es probable confundirla con la del gato
montés, aun cuando en la gineta están más juntas las huellas digitales y es más
alargada que la del gato montés
- Excrementos: Los
excrementos de gineta son muy peculiares en la especie y un excelente rastro
para su identificación. Tienen una longitud de 7
a 9 cms. y
un grueso de 1
a 1,5
centímetros , contando con numerosas rugosidades y
retorcimientos. Suele
formar letrinas o cagarruteros dentro de su territorio, que alcanzan un
considerable tamaño.
- Otros rastros. Al
subir a los árboles, particularmente en los caducifolios de corteza blanda,
deja marcadas las uñas en el tronco. Estas marcas se diferencian de las del gato montés en que aparecen menos marcadas en la
gineta que en el gato montés y las de la gineta suelen ser más largas que las
del gato montés (ver imágenes comparativas)
- Dimorfismo sexual: No
apreciable por métodos normales a simple vista, sin contacto manual con el
animal.
- Enemigos naturales. En España sus principales enemigos son el águila real, el
búho real y los grandes carnívoros como el lobo y el lince en los pocos lugares
en que abunda este último.
- Principales problemáticas: La destrucción de hábitats y la disminución de la
población de conejos por las epizootias ha afectado importantemente a la
especie, que no obstante no se encuentra en peligro. La consideración por la
población rural a la gineta como una alimaña, también ha supuesto una
persecución de la especie, al igual que ha sido codiciada para disecarla, por
su belleza, como se ha utilizado su piel en peletería. El atropello accidental
también es otra causa indeseada de muertes en la especie.
LA GINETA EN LA SIERRA DE BAZA
La gineta que ya fue citada en esta sierra en el
S. XVIII por el Abab Navarro, que destacaba su abundancia junto a otras
llamadas por él alimañas, es un carnívoro bien representado en la zona basal de la
Sierra de Baza,
de modo que podemos encontrarla en la zona baja, en las proximidades de huertas
y terrenos de cultivo, sin temer aparentemente la proximidad del hombre,
siempre que tengan una cobertura que le permita tener refugio. Asciende por los
sotos y riberas, hasta los 1.600- 1.700
metros, a partir de cuya altitud prácticamente
desaparece. La población aproximada de ginetas en la
Sierra de Baza
se estima en un individuo cada 2 Km2. Algunos taladores de árboles
nos han contado como con motivo de efectuar trabajos de tala en árboles de un
significativo grosos y que han apreciado después que estaban huecos,
particularmente chopos o álamos (Fernando Hernández Burgos, comunicación
personal al autor en 2003) han salido de estos troncos ginetas huyendo, lo que
confirma que los viejos árboles del Parque son utilizados como madrigueras de
esta especie a diferencia de lo constatado en el Parque de Collserola
(Barcelona) en que no se detectó este tipo de madriguera.
Las pupilas verticales de la gineta dejan claros sus hábitos de visión nocturna. |
Jinetas. Un excelente mamífero salvaje cazador de costumbres
nocturnas de un metro de longitud de cuerpo pardo amarillento y manchas negras.
La jineta o gato almizclero (genetta genetta) es
un pequeño mamífero carnívoro de la Península Ibérica que forma parte de
nuestra fauna. Los árabes, en concreto algunas tribus bereberes, introdujeron
las jinetas hace unos 2.000 años, que las usaban para cazar pequeños roedores y
ratas ya que son excelentes cazadores, mejores que los gatos. En la Península
Ibérica dio incluso una variedad más pequeña adaptada a las Islas Baleares
conocida como jeneta isabelina cuya única diferencia fundamental es el tamaño.
Las jinetas de adultos alcanzan una
longitud de 1 metro desde la cabeza hasta la punta de la cola
y pueden pesar hasta los 2 kilos. Se caracterizan
por un cuerpo esbelto de color pardo amarillento con manchas negras y una
de las diferencias respecto a los gatos monteses con los que suele convivir, es
que la cola de la jineta tiene que ser por lo menos tan larga como su cuerpo y
tiene entre 8 y 10 anillos o manchas negras en la cola. Otra diferencia es su
cara alargada y hociquito, tienen unos ojos preciosos y un sentido de la vista
muy bien desarrollado.
Son animales de costumbres nocturnas, están muy
activos a primeras horas del crepúsculo o amanecer. Sus zarpas presentan
uñas retractiles que son capaces de sacar y meter, que les permiten trepar con
agilidad por los árboles y usan su cola de gran tamaño como timón para
equilibrarse y saltar de rama a rama. Son excelentes cazadores, se mueven
sigilosamente y usan todos sus sentidos para detectar a las presas, una
vez detectadas se acercan silenciosamente y saltan de manera fatal sobre
éstas clavándole las garras.
La dieta de las jinetas es muy variada que se ajusta a la
temporada y hábitat en el que están. Incluye fundamentalmente roedores aunque
cuando son adultos pueden cazar conejos, liebres, aves, anfibios...También
suelen ingerir frutos del bosque e higos. Las jinetas criadas en cautividad en
centros se las cuida de cachorritos dándoles biberón durante unos meses y
dándoles después pequeños grillos, larvas...hasta la edad adulta.
Son animales salvajes nocturnos y muy movidos que NO deben ser adquiridas como mascotas. En casa
pueden surgir problemas porque a falta de árboles pueden trepar por los
muebles, cortinas, etc. Además a las jinetas les gusta hacer sus necesidades en
lugares altos como en las ramas de los árboles. Son animales que desprenden un
olor muy fuerte y por eso en tiempos más recientes ha sido desplazada por el
gato como cazador de roedores y animal de compañía.
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