miércoles, 5 de octubre de 2016

Cazar a los cazadores; encarcelar a los asesinos de animales


Estado Libre,
Soberano e Independiente de
Leonlandia del Sur


Revista de ecología y política “el yaguarundí”




Nos da angustia pensar en esas aseveraciones de que el ser humano es un “animal racional”. En la caza “deportiva” no hay racionalidad, el cazador caza por el placer de ver morir al otro, al cazador le encanta sentir la sangre caliente del otro en sus manos, le encanta estar y fotografiarse con el cadáver que él mismo ha creado, siente el morboso placer de creerse un “héroe” porque porta un arma y dispara a todo lo que se mueve entre los pastizales y el mayor placer del cazador es sentir cómo se va enfriando el cuerpo recién muerto. ¿Esto es racional? ¿No es acaso un síntoma de la más repulsiva demencia? Se encierra a quien dispara contra un animal humano, añoramos que en breve se encierre a quien mate a un animal no-humano.

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Encontramos entre muchas, muchísimas, una página dedicada al genocidio de animales entrenando a otros animales: perros.

Increíblemente a este asesinato, a esta perversión se le llama “deporte”. Nos avergüenza, como animales humanos, que los animales no humanos sean exterminados por placer. ¿Placer? Quien siente placer por matar, no dudará matar a quien sea por placer, quizás hasta sienta necesidad algún día de comenzar a matar a tus amigos, a tus hijos y a ti mismo, cuando ya haya matado a todos los animales, quizás sienta la necesidad de matar a sus propios amigos y a su familia cuando haya matado a todos los animales del planeta. Cuando nadie quede vivo, el cazador dirá satisfecho: “he matado todo lo que he querido por placer y deporte, ahora estoy en paz”, entonces quizás aparezca un mísero mosquito, lo pique, suba su fiebre y comience a ver que su ansiedad paranoica por la sangre de los otros ha servido para también aniquilarse a sí mismo y con él a la “evolucionada” raza “humana”….
  




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