domingo, 26 de junio de 2016

Tema de hoy: La Caza Furtiva


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Leonlandia del Sur


Revista de ecología y política “el yaguarundí”


Tema de hoy: La Caza Furtiva


La caza furtiva de animales en peligro de extinción

La mayoría de los países se han propuesto la creación de leyes para detener o limitar la caza de especies en peligro de extinción. De hecho existe un tratado conocido como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que ha sido firmado por la mayoría de los países.

Aunque muchos animales están protegidos contra la caza, eso no detiene a algunas personas inescrupulosas que practican la caza ilegal de los mismos. Esto se conoce como la caza furtiva y en muchos lugares representa una actividad lucrativa gracias a los altos precios que tienen los cuernos, el marfil y la piel de estos animales protegidos, entre otras partes del cuerpo.

Incluso ante la presencia de los guardas de caza contratados para patrullar las áreas protegidas, los cazadores furtivos se las ingenian para ganar ventaja. Estas zonas son extensiones de tierra muy grandes y es difícil protegerlas como se desea. Otro inconveniente es que los cazadores furtivos que van tras la caza de presas grandes, como elefantes y rinocerontes, emplean armas potentes y pueden ser muy peligrosos.
La caza furtiva no sólo ocurre en África o Asia, se conoce que actos de este tipo también tienen lugar en Parques Nacionales. Las personas roban cactus, árboles, tortugas. Ese es un problema frustrante para aquellos que desean proteger a las criaturas en peligro de extinción.

¿Qué puedes hacer para ayudar?

Hay muchas maneras en que tú y tu familia pueden ayudar a detener la caza furtiva. Veamos:

  • Nunca comprar, vender o poseer cualquier artículo hecho de marfil. Incluso las ventas legales de marfil impulsan la caza furtiva. Recuerda que todo marfil representa la muerte de un animal, ya sea un elefante o una morsa.

  • Nunca compres coral ilegalmente para tu tanque de peces. No contribuyas con los cazadores furtivos que extraen parte de los arrecifes de nuestros mares.

  • No mantener a los animales exóticos como mascotas, incluso si los ves en una tienda de mascotas. El comercio de animales exóticos no está regulado en todos los países del mundo, así que comprarlos estimula la caza de esas especies. Lo mejor es dejar a los animales salvajes en su hábitat natural.

Si te has sensibilizado con este asunto, ayuda al planeta y corre la voz.




Caza furtiva de elefantes en Samburu

Conducida por la creciente demanda de marfil, la caza furtiva de elefantes en la reserva nacional de Samburu (norte de Kenia) ha crecido durante los últimos tiempos hasta posicionarse en la tasa más alta de los últimos 14 años, teniendo consecuencias alarmantes no solo dentro de la población de estos animales sino para todo el ecosistema.

Una asociación sin ánimo de lucro llamada “Save the Elephant” (Salvar a los elefantes) ha trabajado durante décadas para proteger a los elefantes de los furtivos, y, hasta hace poco, estaban teniendo un gran éxito en la recuperación de poblaciones en la zona de Samburu.

El pasado 12 de Julio, una matriarca llamada Khadija (el último miembro veterano de las “chicas Suahili”, una familia de elefantes de la cual casi todos los miembros son huérfanos) fue hallada muerta. La muerte de Khadijaa manos de furtivos  (que le dispararon cuatro veces y le cortaron los colmillos) no es más que una muestra de este creciente problema.

Hemos entrevistado a Iain Douglas-Hamilton, fundador de Save the Elephants sobre la situación actual en Samburu.

¿Por qué es importante la historia de Kadija?

Khadija era la última matriarca de una conocida familia de elefantes, identificada por el ecologista George Wittemyer a principio de la década del 2000. Una por una, las matriarcas fueron eliminadas hasta llegar al punto de que era la única superviviente, liderando una familia de ocho huérfanos.

¿Qué ha potenciado el incremento del furtivismo?

El ascenso aparece de la mano de la creciente demanda de marfil, especialmente desde la emergente clase media china, que probablemente no son conscientes de que comprando marfil están contribuyendo al asesinato de elefantes.

¿Afecta de alguna forma la caída de la población de elefantes a otras partes del ecosistema?

Si, de muchas formas. Los elefantes limpian la maleza y crean caminos para otros animales, excavan para encontrar pozos de agua en épocas de sequía y transportan semillas de determinados árboles de los que se alimentan. Sus aportaciones al hábitat son muy beneficiosas para otras especies.

¿Qué política está llevando a cabo el gobierno para combatir la caza ilegal? ¿Qué más podría hacer?

La Agencia para la conservación natural de Kenia hace todo lo que puede, pero la creciente demanda de marfil hace que la situación se les escape de las manos. Necesitan más fondos para combatir el furtivismo desde la base de las comunidades locales. Las penas para los cazadores han de ser muy superiores, para poder intimidar a los infractores.

¿Cuáles son los mitos más comunes en torno a la caza ilegal de elefantes?

Es un error pensar que los furtivos son granjeros pobres que se ven obligados a cazar para salir de la pobreza. La verdad es que el contrabando de marfil siempre ha estado en manos de sindicatos del crimen, y los cazadores de base, son delincuentes comunes, bien armados con fusiles automáticos, que se dedican a asaltar gente cuando no pueden cazar elefantes.

¿Se podría erradicar la caza furtiva?

Nunca podrá ser eliminada del todo, pero si se podría controlar en gran medida. En los años posteriores a 1989, la crisis del mercado del marfil hizo que la población de elefantes creciese en Kenia (de 14000 en 1985 a 23000 en 2006) aunque quedasen cazadores ilegales de forma intermitente. Ahora necesitamos que el mundo tome conciencia y se una en la lucha para terminar con la nueva ola de asesinatos de elefantes. El país que más se tiene que concienciar acerca de esto es China.

¿Qué pasará con la familia de huérfanos de la familia de Khadija?

Los más jóvenes morirán, pero los mayores de cinco años sobrevivirán. La mayoría se unirán a primos y parientes. Los machos tienen mayor tendencia a dispersarse antes en los grupos de huérfanos que en los demás, creando sus propias familias o uniéndose a grupos jóvenes poco estables.

Por el momento, los huérfanos de la familia de Chicas Suahili de Khadija siguen unidos. Son parte de nuestro programa a largo plazo en Samburu para entender cómo se arreglan para sobrevivir los elefantes huérfanos en situaciones como esta.




Consecuencias de la caza por deporte

La crueldad del ser humano para con otros seres vivos es una tendencia milenaria. Es cierto que muchos animales son de consumo humano, pero la forma en la que son tratados antes y durante su muerte es cruel y reprochable.

Existe una práctica muy antigua, que en la actualidad es penada por muchos países porque fomenta la crueldad y el daño a la naturaleza; esta práctica es la caza por deporte, que es realizada por muchas personas.

Normalmente en este tipo de caza, no se escogen a los animales que son para consumo humano, sino especies silvestres, difíciles de encontrar y de atrapar; motivo por el cual muchas de estas especies perseguidas por los cazadores se encuentran en peligro de extinción.

Especies utilizadas para la caza

Entre las especies más populares elegidas por los crueles cazadores están los jabalíes, conejos, venados, tigres, lobos, osos, elefantes, leones, zorros, algunas variedades de palomas, patos y gaviotas, entre otros.
Como casi ninguna de estas especies es para consumo humano, solo se toman partes como la piel, cabeza, huesos o alguna otra parte, que sirve para cuestiones estéticas o como trofeo para vanagloriarse de un acto tan cruel.

Existen algunas maneras de cazar dependiendo del animal, de su tamaño y nivel de peligrosidad. Los tipos de caza más comunes son la caza a espera y montería.
En lo que es la caza a montería se utilizan algunos animales como perros entrenados exclusivamente para la casería, que olfatean a la víctima y la atosigan para que los cazadores hagan el resto del trabajo, que normalmente es asesinar a tiros al animal.

Consecuencias en el ecosistema

Debido a la caza indiscriminada de animales, han cambiado muchas cosas en la naturaleza y esto provoca un desequilibrio en el ecosistema, que ni la naturaleza misma es capaz de corregir.

Entre las principales consecuencias están:

  • Extinción masiva de unas especies y reducción considerable de otras
  • Falta de alimento para las especies que dependen de las que están extintas ya
  • Las cifras anuales de especies asesinadas en total supera los 5 millones y van en aumento
  • Crecimiento del índice de maltrato animal
  • Otras miles de especies mueren accidentalmente durante las jornadas de casería por disparos fallidos
  • Existe contaminación ambiental por el plomo de los disparos
  • Existen países que tienen temporadas donde la caza es legal, debido a la alternativa creada por los auspiciantes de la cacería, para aumentar la población de estas especies utilizadas para estos fines
  • Existe una enorme corrupción detrás de todo esto, ya que las empresas que fomentan la casería ganan millones de dólares al año con esta práctica y por eso es que preservan las especies que son cazadas para así poder continuar con este cruel método.

Soluciones

Aunque suene radical, el ser humano en lo posible debe dejar de meterse con el ecosistema. La caza deportiva debe ser prohibida en su totalidad y los experimentos para aumentar poblaciones también.

Los animales también son seres vivos y el ser humano no está en potestad para decidir por la vida de ellos. Y la muerte a un animal, debe darse solo para fines de consumo y esto también debe tener un control, ya que existe un enorme porcentaje de maltrato a los animales de esta categoría.

No hay que olvidarse que todos los seres vivos sienten y tienen derecho a la vida y por eso es deber del ser humano cuidar y preservar las especies del único mundo donde habita.




Causas de la Caza Furtiva

Las especies se extinguen o se ven amenazadas por diversas razones, aunque la causa primera es la destrucción del hábitat. El drenaje de zonas húmedas, la conversión de áreas de matorrales en tierras de pasto, la tala de los bosques (especialmente en los trópicos), la urbanización y la suburbanización, y la construcción de carreteras y presas, han reducido notablemente los hábitats disponibles.

Al producirse la fragmentación de los hábitats en ‘islas’, la población animal se agrupa en áreas más pequeñas. En éstas, las especies pierden el contacto con otras poblaciones del mismo tipo, lo que limita su diversidad genética y reduce su capacidad de adaptación a las variaciones del medio ambiente. Estas poblaciones pequeñas son muy vulnerables a la extinción, y para algunas especies estos hábitats fragmentados son demasiado reducidos para que una población sea viable.

Desde el siglo XVII, la causa de que muchas especies se hayan extinguido o estén amenazadas ha sido la explotación de animales para la alimentación y elaboración de otros productos. Por ejemplo, la aniquilación de ballenas de gran tamaño para obtener aceite y carne las ha conducido al borde de la extinción; los rinocerontes africanos, sacrificados para obtener sus cuernos, también están amenazados.

El gran alce gigante se extinguió en el siglo XIX a consecuencia de una caza excesiva, y el periquito de Carolina desapareció como especie debido tanto a su caza como a la destrucción de su hábitat.

La introducción de enfermedades, parásitos y depredadores frente a los que la flora y la fauna nativa carecen de defensas ha provocado el exterminio o reducción importante de algunas especies. Por ejemplo, la propagación accidental de una plaga eliminó los castaños de los bosques caducifolios de Norteamérica. También el control de los depredadores e insectos tiene efectos adversos. El control excesivo de los perros de las praderas ha extinguido casi por completo a uno de sus depredadores naturales, el turón de pies negros.

La contaminación atmosférica, del agua y del suelo son causas importantes de extinción, así como la introducción de especies exóticas, la sobreexplotación directa de las especies y la intensa agricultura. Los productos químicos tóxicos, sobre todo los hidrocarburos clorados, como el diclorodifeniltricloroetano (DDT) y los bifenilos policlorados (PCB), se han concentrado en las cadenas tróficas, afectando más a aquellas especies situadas al final de la cadena.

Así, tanto el DDT como los PCB interfieren con el metabolismo del calcio de las aves, lo que origina el reblandecimiento de las cáscaras de los huevos y malformaciones en las crías. La contaminación y el aumento de la temperatura del agua han provocado la desaparición de especies endémicas de peces de varios hábitats.



Kenia aprueba ley para endurecer las penas por la caza furtiva de elefantes y rinocerontes

¡Al fin! cuando ya quedan pocos elefantes y mucho menos rinocerontes, Kenia perdió la paciencia y castigará a los cazadores furtivos con fuertes multas y hasta 15 años de cárcel.

Desde hace cientos de años que los elefantes y rinocerontes son cazados solo para quitarles sus colmillos de marfil y cuernos. El volumen de la caza es tan impresionante que es casi un milagro que estas especies aun sobrevivan, aunque  por desgracia el rinoceronte negro ya se extinguió y tanto el elefante como el rinoceronte común están en peligro de desparecer.

De poco ha servido poner a estos grandes mamíferos en la lista roja de especies amenazadas, de hecho parece ser que está condición a elevado los precios del marfil y cuernos de rinoceronte, un negocio muy tentador para los inescrupulosos. Por esto Kenia aprobó una ley que endurecerá mucho más las sanciones de la caza furtiva.

Informes revelan que solo este año 21 rinocerontes y 117 elefantes fueron cazados en Kenia, las piezas extraídas se venden a un muy buen precio en el mercado negro asiático. Ahora los cazadores furtivos tendrán que pensarlo dos veces antes de cometer este horrendo delito, ya que por la ambición de querer ganarse un fajo de billetes podría pagar multas de 120.000 dólares o incluso arriesgar penas de cárcel que podrían llegar hasta los 15 años. Así lo dictaminó el parlamento keniano la semana pasada.

La ley de caza furtiva endureció bastante pues antes solo se arriesgaban unos $480 dólares y como pena máxima dos años de cárcel. Por esto era necesario poner mano dura, pues las cifras eran alarmantes y la opinión mundial pedía a gritos que el gobierno de Kenia tomara cartas en el asunto.

 “Los elefantes en Kenia se redujeron de 160.000 en 1960 a 16.000 en 1989 y hoy solo hay unos 38.000 elefantes y solo 1,025 rinocerontes”, informó el diputado Chachu Ganya desde el parlamento.

Cabe señalar, que el motivo de frenar estas practicas no es precisamente por un fin animalistas que ablanda el corazón de los políticos, pero el rinoceronte y el elefante son símbolos del territorio y en buena parte responsables del turismo que llega a esta nación, el cual deja importantes sumas de dinero.

Sea como sea es esperanzador que Kenia haga todo lo posible por defender la vida silvestre, tarea que hace rato ya venía anunciando. Esperamos que otros países de África se sigan sumando a defensa de la biodiversidad y pongan mano dura a la caza de animales, sobretodo el sacrificio de aquellos que mueren por banalidades tan pasadas de moda como un trozo de marfil.




Auspician a Leones Hambrientos:

Partido A.c.O.P. (Animalitos contra la Obsolescencia Programada)



Agrupación "Lobos de Odín"
  


Olvidoteca Nacional
  


Murrussia Oriental
  


Microciudad de Ajedrecia Musical



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